A l menos trece personas murieron ayer y cerca de 60 fueron heridas al estallar de forma casi simultánea varias bombas en las ciudades indias de Benarés, Faizabad y Lucknow, todas en el norte del país, en ataques dirigidos contra distintas oficinas judiciales.

Las explosiones tuvieron lugar entre las 13 y las 13.30 hora local, cuando en los tribunales de las tres ciudades había gran movimiento de abogados que entraban y salían coincidiendo con la hora del almuerzo.

El mayor número de víctimas se produjo en la localidad sagrada de Benarés, donde tres bombas estallaron cerca de la sede del tribunal municipal, con el resultado de al menos nueve muertos y unos 45 heridos, según las autoridades locales.

Casi al mismo tiempo, otras dos explosiones cerca del tribunal de Faizabad, a unos 175 kilómetros de Benarés, causaban la muerte a cuatro personas y heridas a al menos catorce.

Las dos ciudades están en la región norteña de Uttar Pradesh, la más poblada de la India y en cuya capital, Lucknow, hizo explosión otro artefacto, colocado a su vez cerca del tribunal civil, que no causó víctimas por ser «de baja intensidad», según indicaron los investigadores.

Fuentes policiales indicaron que las bombas estaban colocadas en bicicletas aparcadas cerca de los tribunales y, aparentemente, llevaban temporizadores para que explotaran casi al tiempo.

Un gobierno señaló que no había informaciones previas que apuntasen a la posibilidad de estos ataques, lo que criticó como un «fallo de las agencias de inteligencia».

La Policía indicó que por ahora no hay confirmación sobre la autoría de los ataques, aunque un grupo que se hace llamar «Indian Muyahidín» los reivindicó en un correo electrónico enviado a una televisión india, al parecer poco antes de las explosiones.