La policía federal estadounidense (FBI) ha registrado este lunes las oficinas de Michael D. Cohen, abogado personal de confianza del presidente estadounidense, Donald Trump, y se ha llevado archivos y documentos relacionados, entre otras cuestiones, con pagos a la actriz porno Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels.

Según informa el diario 'The New York Times', el registro ha sido posible por una orden obtenida por fiscales de Manhattan tras la información proporcionada por fiscal especial Robert Mueller, responsable de analizar la presunta injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016.

El registro no estaría relacionado con la investigación sobre la injerencia rusa, pero habría sido consecuencia de la información obtenida por Mueller durante su trabajo.

La fuente del diario es un abogado de Cohen, Stephen Ryan, que ha criticado este registro por ser "completamente inapropiado e innecesario". "Hoy la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York ha ejecutado varias órdenes de registro y se ha incautado de comunicaciones privilegiadas entre mi cliente, Michael Cohen, y sus clientes", ha indicado Ryan.

"Fiscales federales me han avisado de que la acción de Nueva York está, en parte, (motivada) por un traspaso de la oficina del fiscal especial Robert Mueller", ha añadido Ryan, que ha destacado que Cohen ha cooperado con las autoridades en la investigación de la presunta injerencia rusa.

Sin embargo, otra fuente de 'The New York Times' asegura que el registro tiene que ver con varios temas y no solo con el asunto de Clifford. En la operación se han obtenido correos electrónicos, documentación fiscal y documentos empresariales.

Clifford asegura que en 2006 Trump mantuvo relaciones sexuales con ella y que el abogado de Trump, Cohen, le pagó 130.000 dólares en octubre de 2016 a cambio de su silencio, sellado mediante un acuerdo de confidencialidad que ella asegura nunca firmó. Cohen ha reconocido el pago, pero niega que Trump esté al corriente. Quince meses después, el supuesto secreto saltó por los aires con un artículo en 'The Wall Street Journal'.