La primera ministra británica, Theresa May, aseguró hoy que este país "prosperará fuerte y unido" tras el Brexit o ruptura con el bloque comunitario, al visitar las cuatro regiones del Reino Unido para marcar que apenas queda un año para su retirada de la Unión Europea (UE).

Durante una maratoniana jornada, la líder conservadora se desplazó en avión a diferentes puntos en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, prometiendo "un futuro brillante", lleno de "oportunidades", cuando faltan doce meses para la consumación formal del divorcio entre Londres y Bruselas.

May inició su agenda trasladándose a una fábrica textil en Ayrshire (Escocia), antes de viajar a la ciudad inglesa de Newcastle, donde participó en una reunión formada por padres y niños pequeños, con los que departió sobre los futuros beneficios que conllevará la marcha del bloque, prevista para el 29 de marzo de 2019.

A continuación, la jefa del Ejecutivo visitó Belfast, capital norirlandesa, donde almorzó con un grupo de ganaderos, "escuchando a los representantes de la industria agroalimentaria, lo que estos quieren ver de la salida de la UE y cuáles son las oportunidades que se plantean para Irlanda del Norte en el futuro", según precisó la política en declaraciones a medios locales.

Durante la comida, May recordó que en una reciente visita a China detectó "oportunidades" para los exportadores de leche en el Reino Unido cuando este país ya no sea parte de los Veintisiete. "Hay muchísimas oportunidades de encontrar maneras para llevar a cabo estos proyectos", aseguró.

Tras esa parada, la primera ministra voló a Barry, al sur de Gales, donde visitó la fábrica de Aston Martin, en la localidad de St Athan, y donde participó en una mesa redonda con líderes empresariales.

Allí, departió sobre el futuro que se presenta tras el Brexit para el sector de los negocios en Gales.

Con motivo de este viaje, en el que May trasladó un mensaje en general positivo, May remarcó que ambiciona lograr que el Reino Unido pueda "comercializar libremente" con otros socios europeos y con terceras países.

"Recuperando el control de nuestras leyes, nuestras fronteras y nuestro dinero y aprovechando las oportunidades que aporta el Brexit, el Reino Unido prosperará como un país fuerte y unido", dijo la jefa de Gobierno en una declaración divulgada hoy por Downing Street.

También destacó la determinación de su Ejecutivo a mantener unido a todo el país y evitar que la frontera comunitaria se sitúe en el Mar de Irlanda, que separa la isla británica de la irlandesa.

"Estamos absolutamente comprometidos a asegurar que no haya fronteras físicas entre las dos Irlandas para garantizar el libre flujo", señaló.

Londres y Bruselas se han comprometido a que la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda -uno de los asuntos pendientes y más espinosos de las negociaciones con Bruselas- siga siendo invisible para no perjudicar el proceso de paz norirlandés, lo que ha creado problemas sobre dónde se situará la barrera comunitaria.

"Como primera ministra del Reino Unido, tengo la absoluta responsabilidad de proteger la integridad del Reino Unido en su conjunto. Esto significa asegurar que no haya una nueva frontera creada dentro del mercado interno (británico)", dijo May, que concluirá el viaje en Londres, donde tomará el té con un grupo de ciudadanos polacos residentes en el Reino Unido.

El viaje de May llega después de que los resultados de los últimos sondeos de opinión revelen que el país se encuentra "profundamente dividido" ante el Brexit, al tiempo que muestra que, pese a las divisiones, los británicos tampoco son muy partidarios de un segundo referendo.

Una encuesta elaborada este semana por la firma ComRes para el tabloide Daily Express indicó que un 53 % de ciudadanos aboga por la continuidad en la UE frente al 47 %, partidario de la marcha del bloque.

Por su parte, el responsable de Finanzas del opositor Partido Laborista, John McDonnell, acusó al Ejecutivo de estar sumido "en el caos" con relación a la marcha de la UE.

A las 23.00 GMT del 29 de marzo de 2019, la bandera británica se retirará de los edificios comunitarios, casi tres años después de que los británicos votasen en un referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 a favor de salir del bloque europeo.