El atentado de la localidad francesa de Trèbes, que hasta el momento se ha cobrado la vida de tres personas y ha dejado una docena de heridos, podría haber sido mucho peor de no ser por la heroica actuación de un gendarme.

Un teniente coronel de 45 años se intercambió voluntariamente por el rehén que usaba el terrorista para parapetarse, con la condición de que se liberara al resto de retenidos. Según ha confirmado el ministro de Interior, Gérard Collomb, el gendarme dejó su teléfono abierto en una mesa del supermercado, de manera que el resto de agentes pudieron intervenir cuando comenzaron los disparos.

El terrorista, un hombre de origen marroquí identificado como Redouane Lakdim, fue abatido por los gendarmes en el mismo supermercado.

Por su parte, el agente que protagonizó la increible acción se encuentra "gravemente herido", tal y como ha reconocido el propio Ministro de Interior. Además, Colomb ha querido destacar que se trata de "un acto de heroísmo, como es habitual para gendarmes y policías que se comprometen con la seguridad de nuestros conciudadanos".

El presidente Emmanuel Macron, que en las próximas horas regresará a Paris procedente de Bruselas, confirmó que la amenaza terrorista continúa pese a la muerte de Redouane Lakdim.