El 'número tres' del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, ha anunciado su retirada tras 35 años de carrera en el Gobierno norteamericano, durante los cuales ha servido a seis presidentes, aunque permanecerá como secretario adjunto para Asuntos Políticos hasta que el presidente, Donald Trump, nombre un sustituto.

"He decidido que es momento de tomarme un descanso", ha dicho Shannon en una entrevista con varios medios estadounidenses, entre ellos CNN. "Treinta y cinco años es mucho tiempo. He librado una buena batalla", ha añadido el 'número tres' del Departamento que dirige Rex Tillerson, nombrado para su actual puesto por el expresidente Barack Obama.

Su salida no es del todo inesperada, pero su veteranía y perfil político --es el diplomático de carrera con mayor rango-- complica la renovación. El propio Tillerson ha admitido que le va a "echar mucho de menos", en la medida en que se trata de "un hombre de Estado" con una experiencia que "no se puede reemplazar de la noche a la mañana".

Shannon ha reconocido que Tillerson le pidió que siguese en su puesto, pero ha explicado que el fallecimiento reciente de su madre y el hecho de haber cumplido 60 años terminaron de convencerle de que había llegado el momento de "dar un paso atrás" y replantearse su vida. En este sentido, ha destacado que Tillerson ha sido "muy amable" al respetar la decisión.

La portavoz del Departamento, Heather Nauert, también se ha despedido con un mensaje de Twitter en el que ha descrito a Shannon como "un patriota, un diplomático y un gran estadounidense. "Trabajar con él ha sido uno de los mayores honores de mi vida", ha afirmado.

Tal como ha confirmado Nauert, Shannon "se quedará hasta que se nombre a un sucesor, para garantizar una transición suave" en un Departamento que no ha estado precisamente exento de polémicas en este último año, tras los pulsos librados entre Tillerson y Trump.