El líder opositor ruso Alexei Navalni ha sido puesto en libertad sin cargos horas después de ser arrestado nada más aparecer en una manifestación contra el Kremlin, convocada en la calle de Tverskaya de Moscú y declarada ilegal por las autoridades rusas.

La abogada de Navalni, Olga Mijailova, ha explicado en declaraciones a Reuters que Navalni ha sido puesto en libertad sin cargos, aunque tendrá que comparecer ante un tribunal.

Navalni podría ser imputado por incumplir la ley sobre manifestaciones, por lo que podría ser condenado a hasta 30 días de prisión.

En las manifestaciones ha habido menos asistencia que la de anteriores ocasiones, según testigos de Reuters. En las marchas se han coreado consignas como "Putin es un ladrón". En Moscú se han concentrado varios cientos de personas.

La detención de Navalny, la cuarta en menos de un año, tiene lugar después de que la Policía rusa entrara este domingo a la fuerza en las oficinas de Navalni para interrogar a las personas que se encontraban en el interior del edificio, según imágenes transmitidas por los partidarios de Navalni. La Policía argumenta que realizó la incursión tras haber recibido una amenaza de bomba.

Navalni es uno de los críticos más feroces del Gobierno de Vladimir Putin, a quien acusa de haberle prohibido injustamente comparecer a las próximas elecciones presidenciales. Navalni fue condenado y tiene antecedentes penales, pero la condena de cárcel posteriormente fue suspendida.

El opositor, por contra, argumenta que fue víctima de un proceso judicial orquestado por motivos puramente políticos y, en lo que se refiere a la convocatoria electoral a la que tenía previsto asistir, el opositor ha indicado que "la Constitución rusa concede el derecho de acudir libremente a cualquier tipo de evento".