Destacó la iniciativa rusa de enviar a Kosovo una misión del Consejo de Seguridad de la ONU para observar la situación sobre el terreno y aseguró que la Resolución 1.244, que recogió el plan de paz de 1999, "no ha sido cumplida en algunos de sus aspectos cruciales".

"Apoyamos la postura de Belgrado de que la Resolución 1.244 debe ser plenamente cumplida", dijo Lavrov después de una reunión con el presidente serbio, Boris Tadic.

Los países miembros del Consejo de Seguridad "deben ver con sus propios ojos la situación en Kosovo antes de iniciar el debate sobre todos los aspectos de solución del asunto", dijo Lavrov.

"Estamos de acuerdo (con la postura serbia); de que la misión debe tener el acceso a los enclaves serbios", dispersados por Kosovo, donde se concentra esa minoría que denuncia estar mal protegida y discriminada.

La delegación del Consejo de Seguridad posiblemente visitará Belgrado y Pristina la próxima semana para ver en qué medida se han cumplido en Kosovo las normas democráticas exigidas por la comunidad internacional.

Esta provincia serbia está poblada por una mayoría abrumadora de albaneses que aspiran a la independencia, a la que Belgrado se opone rotundamente.

El Consejo de Seguridad debería aprobar una resolución que definiría el estatuto final de Kosovo tras un debate sobre el plan del mediador de la ONU, Martti Ahtisaari, que supone conceder a la provincia una independencia tutelada, lo que apoya EEUU y la mayoría de los países europeos.

Tadic recalcó que para Serbia es "inaceptable cualquier forma de independencia de Kosovo, y en ese sentido Belgrado no acepta el plan de Ahtisaari".

"Tal solución sería un precedente peligroso, que tendría consecuencias graves para la estabilidad de los Balcanes, pero también de otros focos de crisis en el mundo", aseguró Tadic, y señaló que "Kosovo no representa un caso único".