El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, recibió ayer a las delegaciones argentina y uruguaya que han iniciado en Madrid el primer diálogo directo en un año sobre el conflicto que divide a ambos países, provocado por la construcción de una planta de celulosa en la zona uruguaya del río Uruguay, frontera natural de los dos territorios. El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, y el de Uruguay, Tabaré Vázquez, pidieron al Rey Juan Carlos en la Cumbre Iberoamericana de Montevideo que ejerciera una labor de buenos oficios en la disputa.