Estas advertencias las hizo en un nuevo discurso pronunciado hoy ante miles de iraníes en la ciudad de Larestan, en la provincia sureña de Shiraz, donde ha visitado varias localidades desde el lunes pasado.

El presidente minimizó la importancia de las presiones occidentales y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para obligar a Irán a suspender el enriquecimiento de uranio e insistió en que el acceso a la tecnología atómica "es un derecho indiscutible del pueblo iraní".

Sus declaraciones se producen después de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA); confirmara ayer que Irán ha comenzado a enriquecer una cantidad limitada de uranio en su planta de Natanz (centro);, a unos 300 kilómetros al sur de Teherán.

"Las potencias arrogantes se equivocan cuando piensan que con la guerra psicológica y la adopción de resoluciones (de la ONU); podrán provocar una brecha en la unidad del pueblo iraní y obligarlo a dar marcha atrás" respecto al plan nuclear, dijo Ahmadineyad.

"Que sepan que nuestro pueblo está unido y consciente sobre la necesidad de acceder de forma completa a la tecnología nuclear y utilizarla en todos los ámbitos. Con las amenazas y la guerra psicológica no podrán obligarnos a renunciar ni un ápice a nuestro derecho", añadió.

También acusó a las "potencias arrogantes" de "obstaculizar el desarrollo científico de los otros pueblos para mantenerlos bajo su hegemonía".

Ahmadineyad advirtió una vez más de que los iraníes defenderán esos "derechos", además de que "cortarán las manos" y "pondrán la marca de la vergüenza en la frente" de quienes piensen atacar la República Islámica.