El político georgiano Mijaíl Saakashvili desafió hoy el poder del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y llamó a un nuevo "Maidán" tras ser detenido en Kiev acusado de golpismo y liberado por sus partidarios que se enfrentaron a la policía.

Tras el registro de su vivienda hoy por la mañana, Saakashvili escapó de su arresto ayudado por más de un centenar de personas, que bloquearon el paso del vehículo policial en el que fue custodiado y le sacaron del coche en medio de un violento forcejeo con las fuerzas de seguridad.

"No tengáis miedo. El Ejército está de nuestro lado", dijo Saakashvili una vez liberado, pocas horas después de que el Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) anunciara el inicio de un procedimiento penal contra él por intentar "derrocar al Gobierno".

Los partidarios de Saakashvili comenzaron a construir barricadas cerca de su vivienda y la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, en una jornada en la que varias personas resultaron heridas.

Autoridades locales informaron de que varios diputados involucrados en su liberación serán procesados y que, a raíz de los enfrentamientos, nueve personas fueron detenidas.

El político apátrida, que tras ser privado de la nacionalidad georgiana fue gobernador de la región ucraniana de Odessa, volvió a congregar a sus seguidores en el centro de Kiev y llamó a un nuevo "Maidán" -como se conoce a la revolución que llevó a la destitución del antiguo presidente, el prorruso Víktor Yanukóvich- para liberar Ucrania.

Después de conocer los cargos que pesan contra él, varios miles de manifestantes se reunieron en las calles que rodean al edificio de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, donde se han reanudado las protestas contra el Gobierno iniciadas por Saakashvili el pasado octubre.

Los partidarios del expresidente georgiano, fundador del partido opositor RNS (Movimiento de las Nuevas Fuerzas) en Ucrania, pidieron de nuevo la dimisión de Poroshenko al grito de "Impeachment" y "Kiev, ¡levántate!".

En el transcurso de estos acontecimientos, el fiscal general de Ucrania, Yuriy Luytsenko, acusó a Saakashvili de participar en un complot para derrocar al presidente Poroshenko con la financiación de personas "cercanas al Kremlin".

Lutsenko alegó que el político habría recibido hasta medio millón de dólares del oligarca del gas Serguéi Kurchenko, cercano al expresidente Yanukóvich, destinados a financiar las protestas que Saakashvili ha organizado en Ucrania en los últimos meses.

Según la versión de la Fiscalía, Kurchenko le ayudaría a lograr un cambio en el poder que favorezca sus intereses empresariales ya que, al parecer, el empresario huyó a Rusia en 2014 tras la congelación de sus activos y la emisión de una orden internacional de arresto contra él.

"Con el dinero de Kurchenko, Saakashvili financió las acciones de protesta, que tenían como objetivo tomar el poder y devolver a las personas cercanas a Yanukovich el control sobre sus activos", aseguró Lutsenko en una rueda de prensa.

La Oficina del Fiscal General dio instrucciones a la policía de volver a detener a Saakashvili y está previsto que el juicio tenga lugar mañana miércoles.

El político georgiano y otros miembros de su partido se enfrentan a cargos penales por "participar en organizaciones criminales" y "ocultar actividades delictivas" dirigidas a desestabilizar el país y en las que estaría implicado el Servicio de Seguridad ruso (FSB).

No obstante, el partido opositor RNS se defendió alegando que se trata de una "persecución política" y que las pruebas en su contra fueron "falsificadas".

Saakashvili, quien se convirtió en opositor de Poroshenko al empezar a denunciar la corrupción en las altas esferas del Gobierno ucraniano, ha protagonizado multitudinarias protestas desde que el pasado septiembre entró en el país tras cruzar ilegalmente la frontera desde Polonia.