El Tribunal Supremo ha dictaminado que la tercera versión del veto migratorio decretado por orden presidencial por Donald Trump es de aplicación integral, con lo que se impedirá la entrada en Estados Unidos a los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.

El dictamen del Supremo supone una victoria judicial para Trump, pero las jueces Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor han votado en contra de su aplicación, por lo que se intuye que el tribunal está dividido.

La decisión supone que la Administración podrá prohibir o restringir la entrada de ciudadanos de estos seis países de mayoría musulmana incluso aunque tengan vínculos con personas con residencia legal en el país o con instituciones estadounidenses.

Además supone la eliminación del dictamen del Supremo del pasado mes de junio, que permitía parcialmente la entrada en vigor una versión anterior del veto migratorio para personas con vínculos de 'bona fide' con Estados Unidos, tales como familiares de residentes o estudiantes.

En el momento de su entrada en vigor, el 18 de octubre, dos jueces -primero uno de Hawái y luego otro de Maryland- bloquearon la implementación de ese veto al considerar que podría dirigirse contra una minoría religiosa y, por tanto, violar la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de culto.

No obstante, esos jueces permitieron la entrada en vigor de ese veto para Corea del Norte y Venezuela, países donde viven muy pocos musulmanes y donde, por tanto, no pudo probarse que Trump intentaba discriminar a los miembros de esa religión, el argumento usado para las otras seis naciones.

Las restricciones relativas a Venezuela no se aplican a toda la población, sino a algunos funcionarios y su "familia inmediata".

El Supremo no dio a conocer las razones para tomar su decisión, pero dijo que espera que los tribunales inferiores revisen lo antes posible los asuntos que tienen pendientes para que pueda haber una decisión definitiva a nivel federal.

Dos juezas en desacuerdo

Las juezas progresistas Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor se mostraron en desacuerdo parcialmente con la decisión del tribunal.

Justo esta semana, tienen previsto celebrar audiencias para estudiar la legalidad del veto migratorio el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito, con sede en Richmond (Virginia), y el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco (California).

Desde que llegó al poder el pasado 20 de enero, Trump ha intentado hasta en tres ocasiones implementar un veto migratorio, cuya primera versión fue proclamada el 27 de ese mes.

Después de un gran caos en los aeropuertos y numerosos reveses judiciales, Trump adoptó en marzo su segunda iniciativa contra refugiados y países de mayoría musulmana, que entró en vigor en marzo y que fue sustituida por ese tercer veto, proclamado en septiembre y que hoy comenzará a aplicarse por completo.