Argentina descartó este jueves la posibilidad de llegar a rescatar a los 44 tripulantes del submarino 'ARA San Juan, del que no se tienen noticias desde hace quince días, pero proseguirá con la búsqueda del sumergible en el Mar Argentino con la colaboración de varios países.

"Vamos a seguir en la búsqueda para la localización del ARA San Juan", dijo hoy el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, al anunciar un cambio de fase en el operativo para dar con el sumergible.

Balbi dijo que la decisión de dar por cerrado el plan SAR (de búsqueda y salvamento) y pasar a una fase solo de búsqueda se adoptó en una reunión hoy en Buenos Aires entre representantes del Ministerio de Defensa y de la Armada argentina.

Explicó que el plan SAR tiene como objetivo buscar y salvar personas "en peligro" para "preservar su vida en el mar" y señaló que la búsqueda "se ha extendido a más del doble la cantidad de días que determinan las posibilidades de rescate de la dotación".

Consultado sobre si esto significa que ya no se busca a los tripulantes con vida, el portavoz no quiso dar una respuesta definitiva.

"Hasta tanto no tener la localización, no vamos a dar una confirmación categórica al respecto. Lo que sí nos remitimos a que se ha extendido hasta el doble del tiempo de las posibilidades de rescatarlos", insistió.

Señaló que, pese a la "magnitud" del "esfuerzo" de búsqueda, el personal "altamente capacitado" que participó del plan SAR, con las ayuda de "las tecnologías más avanzadas del mundo", no encontró "evidencia alguna del naufragio".

El rastreo, por agua y aire, cubrió 557.000 millas náuticas cuadradas de exploración visual y un 1,49 millones de millas náuticas cuadradas de exploración con radar, sin obtener resultados positivos.

En la búsqueda están involucrados 28 buques -16 de la Armada argentina-, nueve aviones -tres de la Armada argentina-, con la participación de 4.000 personas -3.200 de ellas efectivos de la Armada argentina- de 19 países.

El 'ARA San Juan', un submarino de fabricación alemana incorporado a la Armada argentina en 1985 y reacondicionado hace pocos años, había partido el 13 de noviembre de Ushuaia, en el extremo sur de Argentina, y regresaba a su base, en Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires).

Dos días después de su partida, en la mañana del 15 de noviembre, reportó por última vez su posición en la zona del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa argentina.

Pocas horas antes, había comunicado el ingreso de agua que cayó sobre las baterías, lo que provocó un cortocircuito y un principio de incendio -con humo, pero sin llamas-, un problema que dio por subsanado y continuó con su derrotero.

Unas tres horas después de la última comunicación, se registró un sonido consistente con una explosión a 27 kilómetros de la posición reportada por el submarino.

En esta zona se ha concentrado la búsqueda en los últimos días, donde se realiza un rastreo del lecho marino, a profundidades de entre los 200 y los 1.000 metros.

Balbi indicó que en la nueva fase de búsqueda habrá una reestructuración de personal y material.

Precisó que en las próximas horas llegará por vía aérea un dispositivo estadounidense capaz de descender hasta 6.000 metros, que será montado en el buque Atlantis, también de Estados Unidos.

Asimismo, esta noche zarpará del puerto de Comodoro Rivadavia, base del operativo, el buque de la Armada Argentina ARA Islas Malvinas, con un vehículo sumergible a remoto de origen ruso que tiene un alcance operativo de inmersión de 1.000 metros.

En tanto, en el plano judicial, Marta Yáñez, la magistrada a cargo de la causa abierta por la desaparición del submarino, dijo hoy que el Gobierno argentino señaló que no hay "secreto militar" en la documentación del caso, por lo que la jueza espera recibirla para avanzar en la investigación.

"El Ministerio de Defensa ha dictaminado que ninguna de esa información estaría alcanzada por los términos de la ley o del secreto militar", señaló Yáñez, titular del juzgado federal de la localidad sureña de Caleta Olivia, quien ha citado a declarar como testigo al ministro de Defensa, Oscar Aguad.