El ministro británico de Economía, Philip Hammond, dijo hoy que su Gobierno reservará 3.000 millones de libras (3.300 millones de euros) en los próximos dos años como parte de las preparaciones para el "brexit, que se suman a otros 700 millones (788 millones de euros) ya invertidos.

Hammond anunció la medida al presentar en la Cámara de los Comunes su proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018-19, con el que pretende "afianzar la economía" del Reino Unido de cara a la salida del país de la Unión Europea (UE) el 29 de marzo de 2019.

El ministro conservador dijo que, con este presupuesto, los británicos estarán preparados para "abrazar el cambio, cumplir los desafíos que hay por delante y aprovechar las oportunidades" que surgirán cuando se abandone el bloque europeo.

Hammond reconoció que lo que las empresas desean es que se acuerde con Bruselas cuanto antes "un plan de implementación" que les permita prepararse y planificar las inversiones para cuando el Reino Unido salga de la UE, pero señaló que su Gobierno se prepara para "cualquier desenlace".

Las negociaciones con los Veintisiete, dijo, están en una fase "crucial" y subrayó el deseo del Ejecutivo de conseguir un acuerdo comercial mutuamente beneficioso y mantener la cooperación en áreas como seguridad.

Entre las novedades presupuestarias figuran facilidades de financiación para la construcción de vivienda y 177 millones de libras (200 millones de euros) para promover la enseñanza de las matemáticas en los institutos, así como otros 42 millones (47 millones de euros) para formar a más profesores en áreas necesitadas.

Además, el Gobierno conservador destinará 20 millones de libras (22,5 millones de euros) a un proyecto para reducir a la mitad el número de indigentes que viven en la calle en 2022 y eliminar la indigencia para 2027.

El Reino Unido afronta el trayecto hacia el "brexit" con una economía relativamente estable pero debilitada, con un desempleo de solo el 4,3 % pero con la inflación alta (3 %), los sueldos bajos y un crecimiento moderado.

A las puertas del Parlamento, un grupo de personas convocado por el sindicato británico GMB se manifestó con máscaras "robóticas" de la primera ministra, Theresa May, en protesta por las insuficientes medidas para sacar de la austeridad al sector público.