Al menos 31 personas han muerto por los devastadores fuegos del norte de California, unos incendios que se sitúan ya entre los más mortíferos en la historia californiana, según la última actualización ofrecida por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios del estado.

En una rueda de prensa, el alguacil del condado de Sonoma, Robert Giordano, detalló la tarde del jueves que sólo en su territorio han encontrado 17 cadáveres, de los cuales diez han sido identificados y corresponden a personas de entre 57 y 95 años.

El funcionario especificó las dificultades que entraña la identificación de los fallecidos, ya que, mientras algunos restos humanos que han encontrado estaban intactos, otros son "meramente cenizas y huesos".

De la misma forma, Giordano informó de que habían recibido avisos sobre 1.100 personas desaparecidas, de las cuales han localizado sanas y salvas a 745.

Las autoridades han puntualizado que estas cifras pueden resultar confusas porque no se haya comunicado que algunas de las personas dadas por desaparecidas han sido halladas.

También creen que hay otras que se encuentran fuera de peligro pero aún no han podido contactar con sus allegados.

Tras varios días de miedo, tensión y complicada lucha contra las llamas, los bomberos y servicios de emergencia han conseguido pequeños y lentos avances contra la veintena de incendios que continúan activos, dispersos en diferentes zonas y variados en cuanto a su extensión, que han arrasado en total más de 77.000 hectáreas.

Uno de los focos más preocupantes es el de Tubbs, que en las últimas horas creció hasta alcanzar una superficie calcinada cercana a las 14.000 hectáreas en el condado de Napa.

Sin embargo, el fuego de Tubbs también es un motivo de esperanza y ánimo para los bomberos, ya que las autoridades aseguraron a primera hora de la mañana de hoy que se encontraba controlado al 10 %.

El más grande de los incendios que permanecen activos es el de Atlas, en los condados de Napa y Solano, que no obstante en las últimas 24 horas se ha mantenido relativamente estable en torno a las cerca de 18.000 hectáreas arrasadas y con el fuego controlado al 3 %.

Hasta el miércoles, al menos 3.500 edificios habían sido destruidos por las llamas, incluyendo viviendas y comercios, y más de 20.000 personas habían sido evacuadas como medida de precaución.

A medida que los cuerpos de emergencia se adentren en el terreno calcinado, donde barrios enteros han quedado en ruinas, se teme que pueda aumentar la cifra de víctimas mortales.

Los condados de Sonoma y Napa, conocidos mundialmente por ser un territorio de viñedos que produce un vino de gran calidad, son dos de las zonas más afectadas.

El fuego llegó a alcanzar algunas áreas de Santa Rosa, una ciudad de 175.000 habitantes que está situada a unos 90 kilómetros al norte de San Francisco.