El Ejército portugués ha apartado de sus cargos a cinco comandantes como parte de la investigación abierta por el robo el pasado miércoles de diverso material bélico, entre el que figuran explosivos y granadas, de un depósito militar en el centro del país.

La decisión, dijo a la cadena lusa RTP el jefe del Estado Mayor del Ejército portugués, general Frederico Rovisco Duarte, se toma "por una cuestión de claridad y para que no interfieran en el proceso de averiguaciones hasta que se esclarezca".

"No quiero que haya obstáculos en las averiguaciones y decidí exonerar a los cinco comandantes de las unidades que de alguna forma están relacionados con estos procesos", agregó el general, quien subrayó que no hay "sospecha" de que estos uniformados tuvieran alguna participación directa en el robo.

Los militares apartados son el comandante de la Unidad de Apoyo de la Brigada de Reacción Rápida; el comandante del Regimiento de Infantería 15; el comandante del Regimiento de Paracaidistas; el comandante del Regimiento de Ingeniería 1 y el comandante de la Unidad de Apoyo de Material del Ejército.

Se trata de unidades que de alguna u otra forma tenían algún tipo de responsabilidad en la vigilancia y protección del depósito militar en el que tuvo lugar el robo, situado en el municipio de Tancos, en el centro de Portugal.

Las autoridades sospechan que los autores del robo son ladrones profesionales y no se descarta que puedan ir destinadas a terroristas.

El Ejército, que dijo que no revelará la cantidad robada para no entorpecer la investigación, ha indicado que entre lo sustraído hay "granadas de mano ofensivas y municiones de calibre 9 milímetros", además de granadas de gas lacrimógeno, explosivos y otro tipo de materiales bélicos.

Los ladrones pudieron tener información "interna"

Las pesquisas sobre lo sucedido son desarrolladas por la Policía Judicial Militar junto con miembros de la Unidad Nacional de Contraterrorismo de la Policía Judicial, mientras crecen las sospechas de que los ladrones tuvieran información "interna", dijo Rovisco Duarte, teniendo en cuenta cómo realizaron el robo.

El suceso ha causado una gran polémica en Portugal porque, según ha admitido el propio Ejército, el sistema de videovigilancia en esa área de depósitos "está inoperativa" y porque, sostienen medios locales citando fuentes próximas a la investigación, el día del robo la zona estuvo durante veinte horas sin rondas de vigilancia.

El ministro de Defensa luso, José Alberto Azevedo Lopes, dijo este sábado que "no es admisible" este fallo de videovigilancia y definió lo sucedido como una "situación grave" ante la que se tomarán medidas para evitar que se repita.

El caso ha generado críticas en todo el espectro político del país, en tanto que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha emplazado a esperar más información sobre lo sucedido antes de pronunciarse.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha pedido "investigar hasta el fin" el robo. "No debe haber dudas de que se debe investigar hasta el fin en materia de hechos y responsabilidades", dijo el jefe de Estado a periodistas en el municipio de Cascais.