El ministro británico para el Brexit, David Davis, ha advertido de que el Reino Unido está dispuesto a abandonar las negociaciones con Bruselas si ésta le exige el pago de 100.000 millones de euros por retirarse de la Unión Europea (UE).

En unas declaraciones al dominical 'The Sunday Times' publicadas este domingo, Davis afirma que las negociaciones pueden sumirse en una "crisis" si la UE se niega a conversar sobre un acuerdo comercial con el Reino Unido hasta que el país haga ese abultado aporte.

El cheque que el Reino Unido debería pagar por su retirada -por compromisos presupuestarios ya adquiridos antes de que los británicos votasen por la salida hace casi un año-, es uno de los asuntos más espinosos de las próximas negociaciones.

La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ya ha indicado que los aportes que ya ha hecho el Reino Unido en el pasado deberán ser considerados a la hora de calcular la cuenta británica.

En sus declaraciones al dominical, David admite que las conversaciones con Bruselas pueden ser "turbulentas".

El Gobierno británico ha manifestado su intención de salir del mercado único europeo, a fin de controlar la inmigración, pero tiene como objetivo negociar en paralelo un acuerdo comercial con la UE, algo que Bruselas de momento no está dispuesta a aceptar.

Se espera que las negociaciones con la UE empiecen después de las elecciones anticipadas británicas del 8 de junio.

May convocó estos comicios con el objetivo de obtener un mandato fuerte, ampliando el número de diputados en la Cámara de los Comunes del Parlamento (tiene 330 de una cámara de 650), pues cree le ayudará en las negociaciones sobre el "brexit".

Se espera que el Reino Unido esté fuera del bloque europeo en marzo de 2019, dos años después de que Londres activase el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de conversaciones de dos años sobre los términos de la salida de un país comunitario de la UE.

La UE aprueba el inicio de las negociaciones este lunes

Los países de la Unión Europea aprobarán este lunes el mandato para que la Comisión Europea inicie las negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE y nombrarán oficialmente al excomisario francés Michel Barnier como negociador en nombre de los Veintisiete.

El Consejo de ministros de Asuntos Generales, reunido a 27, adoptará una decisión que autorice la apertura de las negociaciones con Londres, así como las directivas de negociación o mandato que darán a la Comisión, como institución que llevará a cabo las conversaciones.

Estos dos textos estarán basados en una recomendación presentada el pasado 3 de mayo por la Comisión y en las orientaciones dadas por los 27 jefes de Estado y de Gobierno en una cumbre extraordinaria el 29 de abril.

Entonces, los líderes comunitarios acordaron a los pocos minutos de comenzar su reunión las orientaciones, y se espera que este lunes los ministros también den luz verde al mandato "con rapidez", dijeron fuentes comunitarias.

El Consejo empezará además a preparar la cumbre a 27 prevista en junio para abordar la marcha de las negociaciones, que según la prensa británica comenzarán el 19 de ese mes, sólo once días después de las elecciones en el Reino Unido.

Asimismo, adoptará la decisión de crear un grupo de trabajo especial con representantes de los Veintisiete que asistirá en las reuniones de los embajadores sobre cuestiones del "brexit" y servirá de enlace con Barnier.

Durante un almuerzo de trabajo, los ministros mantendrán una discusión general sobre el Brexit con Barnier, pero también con el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, y con el representante del Parlamento Europeo para las negociaciones de la salida del Reino Unido, Guy Verhofstadt.

Fuentes comunitarias señalaron que las directivas de conversación "se adaptarán en lo necesario según avance la negociación".

Las que se aprobarán este lunes guiarán la primera fase de las negociaciones y harán referencia a los derechos de los ciudadanos o el acuerdo sobre la factura de la salida del Reino Unido, así como cuestiones que se expongan a incertidumbre legal por el Brexit.

Según las orientaciones dadas por los líderes, se deben procurar garantías recíprocas para preservar los derechos de los que gozan actualmente, como ciudadanos de la UE, los británicos y demás europeos que residen a uno u otro lado del canal de la Mancha.

Asimismo, un reglamento financiero único debe asegurar que Londres respete sus obligaciones y compromisos con el presupuesto comunitario.

Por lo que respecta a Irlanda, la UE no quiere que se cree una frontera cerrada con la provincia británica de Irlanda del Norte para no perjudicar los acuerdos de paz en esa región.

Igualmente, la UE tendrá que llegar a un acuerdo con el Reino Unido sobre las zonas de soberanía británicas en Chipre y reconocer los acuerdos bilaterales que son compatibles con el derecho de la Unión.

Para garantizar la seguridad jurídica, deberán concluirse acuerdos sobre todos los procedimientos judiciales que queden pendientes en el Tribunal de Justicia de la UE a fecha de la salida del Reino Unido.

Para los temas que no queden cubiertos en esta primera fase se adoptarán nuevas directivas más adelante, indicaron las fuentes.

La UE ha decidido llevar a cabo unas negociaciones por etapas con Londres, y cuando el Consejo Europeo considere que se han logrado suficientes avances en la primera, entonces se pasará a la siguiente.

Una segunda etapa contempla empezar a tener una idea de cómo será el marco de relaciones en el futuro con el Reino Unido, aunque ese acuerdo sólo se podrá negociar una vez que se haya convertido en un país tercero.