Un consejo médico de India en el que un tribunal había delegado la decisión sobre el caso de una niña de diez años presuntamente violada por su padrastro ha autorizado este martes que sea sometida a un aborto, pese a estar embarazada de alrededor de 20 semanas, el máximo permitido por la ley del país.

El consejo médico del Instituto Post Graduado de Ciencias Médicas de la localidad de Haryana ha determinado que la salud de la niña está en riesgo, una excepción contemplada por la legislación del país para proceder al aborto.

Un tribunal local había dado al organismo dos opciones: considerar que el feto tenía menos de 20 semanas y proceder al aborto o esperar al parto en caso de que se considerara que había superado los cinco meses de gestación.

"El consejo médico ha adoptado una postura humanitaria y se ha decidido por el aborto", ha dicho Ashok Chauhan, superintendente médico en el centro, según ha informado el diario local 'The Hindustan Times'.

Así, ha explicado que, si bien no está claro si está embarazada de 18 ó 22 semanas, "un aborto será menos arriesgado". "En el parto podría haber complicaciones como un sangrado excesivo o complicaciones en el postoperatorio", ha argumentado.

El caso salió a la luz la semana pasada, cuando la madre sospechó de su embarazo y la llevó al médico. La niña denunció al padrastro, quien es además su tío por parte de padre, quien se encuentra detenido.

Varios medios locales han informado de que el padrastro habría exigido a la niña que no denunciara la situación. Las violaciones de niños son relativamente frecuentes en India, si bien la mayoría no se denuncian por miedo a que afecte a la imagen de la familia.

La violencia contra las mujeres en India ha sido un asunto de gran importancia desde la violación en grupo a una joven de 23 años en un autobús de Nueva Delhi en 2012. Desde entonces, las leyes contra la violación se han endurecido, pero los ataques a las mujeres siguen siendo comunes.

Según la Oficina Nacional de Crímenes Registrados, en 2015 se documentaron más de 300.000 crímenes contra mujeres, entre otros violaciones, secuestros, acoso sexual y la crueldad por parte de sus maridos y familiares.