El director del FBI, James Comey, confirmó hoy que su agencia investiga sobre la campaña del ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus posibles vínculos con el Gobierno ruso para interferir en los resultados de los comicios de noviembre pasado.

Durante su declaración de apertura en la primera audiencia pública realizada en el Congreso sobre el asunto, Comey dijo haber logrado autorización del Departamento de Justicia para confirmar dicha investigación.

Además, James Comey aseguró no tener información que apoye las acusaciones de Trump, contra su predecesor, Barack Obama, sobre un presunto pinchazo telefónico ordenado por el exmandatario en la Torre Trump de Nueva York.

"No tengo información que apoye esos tuits", dijo Comey en la primera audiencia pública realizada en el Congreso sobre la presunta injerencia rusa en los comicios estadounidenses de noviembre, en alusión a los mensajes de Trump divulgados hace semanas en la red social Twitter para acusar a Obama de intervenir sus comunicaciones.

"Ningún individuo en Estados Unidos puede ordenar la vigilancia electrónica de nadie, tiene que pasar por un proceso de solicitud", explicó el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), quien agregó que el Departamento de Justicia tampoco tiene constancia de ninguna prueba que pueda respaldar las acusaciones de Trump.

Trump lanzó esa acusación contra Obama el pasado 4 de marzo a través de Twitter y todavía no ha presentado ninguna prueba para respaldarla.

"¡Terrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis líneas pinchadas en la Torre Trump antes de la victoria. No se encontró nada. Esto es ¡McCarthyismo!", dijo entonces Trump al aludir a la "caza de brujas" liderada por ese senador ultraderechista durante los años cincuenta.

El mandatario equiparó su denuncia al escándalo del Watergate que acabó en 1974 con la presidencia de Richard Nixon.

Pese a que Obama ha negado rotundamente las acusaciones a través de un portavoz, Trump se ha mantenido firme y el pasado viernes, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto a la canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo que ambos tenían "algo en común": haber sido espiados por orden del expresidente.

El comentario de Trump fue una referencia a la revelación en 2013 de que un teléfono móvil de Merkel fue intervenido por la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) entre 2002 y 2012, un periodo que incluye parte de las presidencias de George W. Bush y de Obama.

Trump niega cualquier vínculo con Rusia

Por su parte, Trump negó antes que su campaña se aliara con Rusia para interferir en las elecciones de noviembre pasado, horas antes de la primera audiencia pública en el Congreso sobre la supuesta injerencia del Kremlin en esos comicios.

En su cuenta personal de Twitter, Trump recordó que James Clapper, quien fue director nacional de inteligencia en el Gobierno del expresidente Barack Obama, y "otros" han dicho que no hay pruebas de que él "haya conspirado con Rusia".

Según Trump, "todo el mundo sabe" que es falso que hubiera un complot entre su campaña y Rusia con objeto de interferir en las elecciones presidenciales en las que el magnate se impuso, como candidato republicano, a su rival demócrata, Hillary Clinton.

En otro tuit, Trump aseguró que la "historia rusa" fue "inventada e impulsada" por los demócratas para gestionar "una campaña terrible".

Además, como ha dicho en otras ocasiones, Trump sostuvo que lo que verdaderamente deberían estar investigando el Congreso, el FBI "y todos los demás" son las filtraciones de información clasificada, que han proliferado desde su llegada a la Casa Blanca.