El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró hoy que no va a dar "lecciones" al presidente estadounidense, Donald Trump, sobre acogida y seguridad, pero que Canadá mantendrá su espíritu de "apertura hacia los refugiados".

En una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca, Trudeau aseguró que Canadá "continuará con su política de apertura hacia la inmigración y los refugiados, sin comprometer la seguridad", lo que contrasta con las órdenes ejecutivas de Trump, que han intentado suspender todo el programa de asilo estadounidense.

El primer ministro canadiense destacó que su país ha recibido a más de 40.000 refugiados de la guerra civil siria con procesos que no comprometen la seguridad nacional.

Por su parte, Trump dijo que no va a "dejar que entren las personas equivocadas" al país, para justificar su orden ejecutiva que suspendía de manera indefinida la acogida de refugiados sirios por miedo a que se infiltraran terroristas, pese a que no hay antecedentes de ello.

Un tribunal federal de apelaciones ha inhabilitado temporalmente ese decreto de Trump, que también suspendía durante 120 días la llegada de refugiados de otras partes del mundo y detenía durante 90 días la emisión de visados a siete países de mayoría musulmana con historial de terrorismo.

Trump defendió hoy su orden ejecutiva por ser "dura pero de sentido común", y aseguró que está siendo "alabado" por su postura y van hacer una revaluación de la política de asilo, que va "a hacer a la gente muy feliz".

Asimismo, el presidente defendió su orden de reforzar las agencias encargadas de hacer cumplir la leyes migratorias y el aumento de las redadas para detener a indocumentados en todo el país, ya que fue una de sus promesas de campaña.

Trump aseguró que es una promesa electoral para "capturar a los criminales, a los malos criminales, con historial de abusos y problemas y echarlos".

El presidente dijo que el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, está haciendo un gran trabajo para mantener a "criminales, traficantes de drogas" y a los "realmente malos" fuera del país en referencia a las redadas de indocumentados, que la Casa Blanca asegura que se han centrado en personas con antecedentes penales.

No obstante, las organizaciones de defensa de los inmigrantes aseguran que indocumentados con faltas leves o sin antecedentes también están siendo afectados por el aumento de las redadas de deportación.