El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este sábado que ha ordenado al Ministerio de Exteriores revisar las relaciones con las Naciones Unidas e interrumpir de forma inmediata la financiación a cinco de sus organismos "particularmente hostiles a Israel".

La decisión sigue a la adopción ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución de condena de los asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania y Jerusalén Este.

En un tono particularmente desafiante, el primer ministro israelí enumeró las medidas que ha adoptado en las últimas doce horas contra Nueva Zelanda y Senegal, por apadrinar junto con Malasia y Venezuela la resolución aprobada.

Sobre Senegal dijo haber "convocado a consulta al embajador" israelí y "retirado la cooperación", y "no será lo único".

Según el Ministerio de Exteriores se trata por ahora de un proyecto de innovación tecnológica para aliviar la pobreza, en el que Israel aporta la tecnología y financia una parte del proyecto con Italia.

En cuanto a las sanciones contra la ONU, el Ministerio explicó que son cuatro, y no cinco, los organismos a los que Israel suspende por ahora la financiación, todos ellos secretarías especializadas que tienen que ver con el problema palestino.

Netanyahu anunció que de forma inmediata interrumpe 30 millones de shekels (unos 7,5 millones de euros o 7,8 millones de dólares) a esos organismos.

En su discurso, transmitido en directo por televisión, el primer ministro anunció que la resolución de ayer, que declara "ilegales" todas las colonias en el territorio ocupado desde 1967, es la "gota que ha colmado el vaso" desde el punto de vista de Israel, que no se dejará "arrollar" en los foros internacionales.

"De la amargura saldrá dulzura (..) Los que trabajen con Israel ganarán, los que no perderán", sentenció en ese sentido.

También reiteró los elementos centrales de su virulenta crítica de ayer, viernes, contra el presidente de EEUU, Barack Obama, a quien hizo responsable de la "vergonzosa resolución" y de romper la histórica política estadounidense de proteger a su principal aliado en la ONU.

"Todos los presidentes desde (Jimmy) Carter han respetado la política de no imponer soluciones (en el conflicto palestino-israelí) a través del Consejo de Seguridad y, ayer, en contra de esta política y de un compromiso personal explícito de Obama en 2011, dio un vergonzoso golpe de mesa", declaró.

Y advirtió que la resolución, en contra de lo que Washington ha argumentado, "no sólo no acercará la paz, sino que la alejará".

"Nuestros amigos en el gobierno entrante (en EEUU) lucharán contra esa resolución, lucharán con toda su fuerza contra ella congresistas tanto demócratas como republicanos", aseguró el primer ministro israelí, para quien es un "absurdo" que la comunidad internacional haya declarado ayer que "el Muro de las Lamentaciones y el barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén es territorio ocupado".

Israel ocupó ese santuario y la parte este de Jerusalén en 1967 con el resto de Cisjordania, que la declaración determina como territorios palestinos y, en consecuencia, califica la presencia israelí en ellos como "ilegal".