El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, condenado en sentencia firme por fraude fiscal, aludió hoy a la "profesionalidad de la izquierda" en el fraude electoral un día antes del referéndum convocado por el Gobierno de Matteo Renzi.

"Tenemos una tradición muy negativa en las votaciones. En muchas ocasiones se restaron votos por la profesionalidad del fraude de la izquierda", dijo en una entrevista publicada hoy por el diario "Corriere della Sera".

El líder conservador, inhabilitado para presentarse a un cargo público hasta 2019 como consecuencia de una sentencia pronunciada en 2013, afirmó en la entrevista que en 2006 la victoria "segura" de su partido, Forza Italia (FI) "a medianoche se transformó en derrota a las tres de la madrugada".

Confrontado en la entrevista con la circunstancia de que en aquel momento la responsabilidad del ministerio del Interior y de la gestión de los comicios celebrados hace diez años la ejercía un miembro de FI, Giuseppe Pisanu, Berlusconi se limitó a decir: "Nuestros 200.000 votos de ventaja se transformaron en 24.000 en desventaja".

Aquella acusación de fraude en los comicios que ganó la coalición de izquierda La Unión y que dio el Gobierno a Romano Prodi fue acogida con tibieza por la propia FI y el ministerio del Interior confirmó que el número de papeletas de voto de atribución dudosa fue insuficiente para cambiar el resultado electoral.

La Justicia archivó además la investigación abierta por supuesto fraude en aquellos comicios.

Hoy Berlusconi en la entrevista con "Corriere della Sera" persistió en su sospecha de fraude en plena jornada de reflexión: "la izquierda tiene muchos más representantes que nosotros en los 'comuni' (gobiernos locales): basta un lápiz o un pintalabios para invalidar un voto que no gusta".

La alusión del ex primer ministro se añade a las que los últimos días han protagonizado otros políticos, como el líder de la xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini, quien dijo que los votos de los italianos residentes en el extranjero fueron "cocinados" en las Embajadas.

Incluso el ex primer ministro y compañero de partido (Partido Demócrata, PD) de Renzi, Massimo d'Alema, contribuyó a las sospechas sobre manipulaciones del voto de los italianos del exterior al calificar de "rareza" que se permita participar en unos comicios a quien "no trabaja ni paga impuestos" en Italia.

Los comentarios se conocieron tras saberse del incremento del número de votos recogidos en las legaciones diplomáticas en relación con anteriores citas electorales y en medio de la vinculación que los defensores del "no" en el referéndum del domingo hacen entre ese voto exterior con la posición del "sí" que defiende el Gobierno.

El domingo los italianos están llamados a votar en referéndum -para el que los últimos sondeos dieron una ventaja de diez puntos a los partidarios del "no"- la reforma constitucional planteada por Renzi y que, entre otras disposiciones, elimina la función legislativa del Senado.