La mano dura contra la inmigración ilegal que ha prometido en campaña el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no parece que vaya a traducirse, al menos corto plazo, en un incremento de los controles aduaneros y filtros establecidos en los aeropuertos estadounidenses para los turistas de España y del resto de países de la Unión Europea. Así lo consideran varios expertos de las Fuerzas de Seguridad consultados por este diario tras la victoria de Trump, los cuales aseguran que los requisitos para entrar en EE UU y los controles implantados tras los atentados contra las Torres Gemelas se han ido reforzando paulatinamente desde entonces y prácticamente los turistas pasan ahora por «un rodillo» de seguridad antes de entrar en los Estados Unidos.

La experiencia reciente de alicantinos que han viajado de vacaciones a Estados Unidos refleja que los agentes norteamericanos son «educados, pero muy rigurosos» para chequear la entrada de los turistas. Si bien hay muchos que no han tenido excesivos problemas y han entrado en el país sin demora, otros han visto cómo se retrasaba el control por el hecho de tener un apellido hispano muy común, lo que les ha supuesto esperar en una sala hasta que los agentes realizaran más verificaciones para confirmar la identidad del pasajero.

La sorprendente victoria de Trump en las elecciones de Estados Unidos sí ha generado cierta inquietud entre alicantinos que planeaban viajar a dicho país en los próximos meses y han reconocido a este diario que han optado por retrasar sus planes a la espera de ver cómo marcha EE UU en los próximos meses con el cambio de presidente.

Por contra, las agencias de viaje alicantinas se muestran más confiadas tras los resultados electorales al otro lado del Atlántico. Nueva York es el primer destino que eligen los alicantinos que viajan fuera de Europa y sólo es superado por las contrataciones de cruceros y viajes a Eurodisney, según fuentes del sector.