El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, sugirió que algunas de las mujeres que le han acusado de abuso sexual no son lo suficientemente atractivas para que él intentara algo con ellas.

En un mitin en Greensboro (Carolina del Norte), el magnate se saltó el guión que había preparado su equipo para meterse de lleno en la peor tormenta política de su campaña y lanzar improperios contra la prensa, su rival Hillary Clinton, el presidente Barack Obama y las mujeres que le acusan de abuso sexual.

"Sí, voy a ir yo detrás de ella. Creedme, ella no sería mi primera elección", dijo con ironía sobre Jessica Leeds, la mujer que contó al New York Times que el magnate la toqueteó en un avión en 1980.

Con el mismo tono se refirió a la redactora de la revista People Natasha Stoynoff, quien asegura que Trump la puso contra una pared y la besó a la fuerza en 2005 en la pausa de una entrevista.

"Cuando visteis esa mujer horrible la pasada noche, dijisteis 'no lo creo, no lo creo'", afirmó el multimillonario.

"Quien quiera que sea -continuó-, de donde quiera que venga, estas historias son una ficción total. Están inventadas en un 100 por ciento. Nunca ocurrieron y nunca ocurrirían".

"No creo que pasara con ella y mucha gente, pero desde luego no pasaría conmigo", agregó.

Trump explicó que sus asesores le habían pedido que evitara entrar en la polémica y se dedicara a hablar de empleo, pero decidió desobedecer el consejo porque "cuando te golpean tienes que devolver el golpe".

"Siento que tengo que hablar de esto, porque son mentiras impulsadas por los medios, por la campaña de Clinton para mantener su control sobre nuestro país, pero es todo ficción, todo fabricado al 100 por ciento", dijo.

"Nunca he conocido a estas personas -continuó-, no sé quienes son, es algo asqueroso. No hay testigos, probablemente lo hacen por algo de fama gratis".

"De repente, después de muchos años, salen falsas acusadoras menos de un mes antes de una de las más importantes elecciones de la historia de nuestro país y mientras Wikileaks desvela cosas horribles sobre Hillary Clinton, pero los medios prefieren hablar de esto", agregó.

Dos nuevas acusaciones contra Trump de abusos sexuales

Otras dos mujeres han acusado al candidato republicano a la Casa Blanca de propasarse con ellas. Una de estas mujeres es Summer Zervos, concursante del programa de televisión estadounidense 'The Apprentice', cuyo responsable era Trump.

En una rueda de prensa, Zervos ha asegurado que Trump trató de acostarse con ella cuando le conoció en 2007. "Me pidió que me sentase a su lado. Accedí y entonces me agarró del hombro y comenzó a besarme de forma muy agresiva y puso su mano en mi pecho", ha declarado.

Por su parte, la fotógrafa Kristin Anderson, en declaraciones al diario The Washington Post, ha señalado que su incidente con Trump ocurrió en un club nocturno de Manhattan, en Nueva York.

Anderson explica que, en la noche del suceso, se encontraba charlando con un grupo de amigos en el local, sin percatarse de la presencia de un hombre, que estaba junto a ella sentado en un sofá.

La mujer, que vivió en Nueva York de 1991 a 2008, asegura que sólo se dio cuenta de la presencia del individuo cuando sintió sus dedos deslizarse bajo su minifalda, hasta alcanzar su vagina a través de su ropa interior.

Anderson le retiró entonces la mano, huyó del sofá y se giró para verle la cara al hombre, a quien identificó como Donald Trump.

"Su apariencia física era tan característica -comenta-, con el pelo y las cejas. Quiero decir, nadie tiene esas cejas".

En aquella época, que sitúa a comienzos de los años noventa aunque no precisa la fecha, la fotógrafa intentaba ganarse la vida como modelo en Nueva York, donde Trump era una celebridad y un asiduo de las discotecas en la ciudad.

"Donald es repugnante"

El episodio -precisa- no duró más de treinta segundos y tanto Anderson como sus acompañantes sintieron "repugnancia" y pensaron: "Okay, Donald es repugnante. Todos sabemos que es repugnante. Sigamos adelante".

"Es un caso de agresión sexual y es algo que me he guardado para mí misma. Y siempre me callé. ¿Y por qué debería seguir callada? De hecho, todas las mujeres deberían denunciarlo. Y si te tocan de manera inapropiada, díselo a alguien y denúncialo", remarca Anderson, a quien se dirigió el diario tras conocer su historia.

La denunciante, divorciada dos veces, no recuerda la gente con la que estaba aquella noche, pero cree que se trataba de compañeros de trabajo de un restaurante en el que estaba empleada.

Anderson también piensa que el encuentro con Trump tuvo lugar en el local China Club, situado en Broadway, pero no está segura completamente.

El Post recoge una reseña del diario "Newsday" de 1992 que describe el club como "el nido de Donald los lunes por la noche".

Entonces, el multimillonario se había divorciado hacía poco de su primera esposa, Ivanka, y todavía no había contraído matrimonio con la segunda, Marla Maples.