Rusia vetó hoy una propuesta de resolución sobre Siria durante una votación celebrada en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La propuesta, patrocinada por Francia y España, no fue aprobada tras recibir once votos a favor, dos abstenciones y dos votos en contra, incluido el de Rusia.

Los dos países que votaron en contra fueron Rusia, con derecho de veto en el Consejo, y Venezuela, mientras que China, que también tiene poder de veto, y Angola optaron por la abstención.

Los once países que votaron a favor fueron Francia, Estados Unidos y Reino Unido, los otros tres con derecho de veto, y Egipto, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, España, Ucrania y Uruguay.

El texto, el quinto que veta Rusia sobre la situación en Siria, proponía un alto el fuego "inmediato" en el país y "el final de todos los bombardeos aéreos" en la ciudad de Alepo.

Esta última exigencia sobre el cese de los bombardeos fue el principal motivo por el que Rusia decidió votar en contra, según afirmó su embajador en la ONU, Vitaly Churkin.

Tras la primera votación, los representantes de los miembros del Consejo están defendiendo sus posiciones, antes de proceder a votar la segunda propuesta de resolución impulsada por Rusia.

El texto ruso, que previsiblemente tampoco saldrá adelante en la votación, también pide el cese inmediato de las hostilidades pero no menciona el fin de los bombardeos sobre Alepo.

En cambio, se centra en la reciente propuesta del enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, de ofrecerse como "escudo humano" para que el Frente al Nusra abandonen Alepo.

Antes de la primera votación, Francia y España defendieron su propuesta de resolución para evitar una "catástrofe humanitaria" en Alepo y "aislar" a los grupos terroristas en ese país.

El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, dijo que no apoyar esta propuesta supondría en la práctica "hacerle un regalo insensato a los terroristas" en Siria.

"Está en juego el destino de Alepo y, sobre todo, la esperanza de acabar una guerra de consecuencias catastróficas que nos ponen en riesgo a todos", dijo Ayrault.

El ministro francés acusó al régimen de Bachar al Asad y a sus socios, incluido Rusia, de no estar combatiendo el terrorismo en Siria sino "avivándolo".

Por su parte, el embajador español ante la ONU, Ramón Oyarzun, afirmó que la comunidad internacional no puede volver la espalda ante la situación "desesperada" que se está viviendo en ese país.

"Exigimos que se detengan los bombardeos aéreos para salvar del desastre a una ciudad milenaria que corre el riesgo de caer arrasada por la brutalidad de esta guerra fraticida", denunció Oyarzun.

El embajador español aseguró que en la redacción del texto se hizo un "esfuerzo sincero" para incorporar "diferentes puntos de vista" con la idea central de evitar una "catástrofe" en Alepo.

"Creo que estamos cerca de lograr el consenso (...) todavía estamos a tiempo de tomar la decisión correcta", dijo Oyarzun antes de la votación.