«Es duro ver que hay gente que ha perdido todo». De este modo lo relata Ana Quiles Boix, una periodista ilicitana que se encuentra desde el miércoles en la localidad italiana de Amatrice, en pleno epicentro del horror, trabajando para varios canales de televisión.

La joven, que también ha trabajado en la delegación de Elche del Diario INFORMACIÓN, afirma que cuando ves estas cosas «en la tele impactan, pero cuando lo ves en vivo es terrible. Y añádele el hecho de vivir las réplicas del terremoto».

Ana, que está haciendo varios directos y reportajes para La Sexta y un canal de Colombia, señala que está viviendo muchas sensaciones al mismo tiempo: «Es una mezcla de adrenalina, pena, miedo... todo. Pero mi labor es informar y tengo que hacer como si yo fuese una cámara que observa sin juzgar para contar lo que está pasando».

La reportera, con sede en Roma pero que se ha desplazado al lugar del seísmo, no tuvo tiempo ni de comer el miércoles hasta que cayó la noche, ante tanta labor informativa, y además, estando en el hotel, notó a las 5 de la mañana una réplica.

?Es duro ver que hay gente que ha perdido todo. Imagínate estar durmiendo y te despiertas con el techo encima y no sabes si tu familia está viva o no. He hablado con muchas personas y los testimonios ponen los pelos de punta», agrega Ana, quien reconoce que ha pasado miedo «porque es una cosa que está fuera de tu control y que sabes que mucha gente ha muerto hace horas»