El expresidente de EE.UU. George W. Bush, principal impulsor de la guerra de Irak (2003-2011), dijo no haber leído el informe Chilcot que ha levantado duras críticas contra su antiguo aliado Tony Blair en el Reino Unido y se mostró convencido de que el mundo es un lugar mejor sin Sadam Hussein.

En un comunicado, el portavoz de Bush, Freddy Ford, explicó que el expresidente estadounidense no ha tenido aún ocasión de leer el informe Chilcot y que, "pese a los fallos de inteligencia y otros errores que él ha reconocido anteriormente, sigue creyendo que el mundo entero está mejor sin Sadam Hussein en el poder".

"(Bush) está muy agradecido por el servicio y sacrificio de las fuerzas estadounidenses y de la coalición en la guerra contra el terror. Y no hubo aliado más fuerte que el Reino Unido bajo el liderazgo del primer ministro Tony Blair", aseguró Ford.

Blair fue duramente criticado hoy en el informe sobre la guerra de Irak de 2003 por haber autorizado la invasión con pruebas de inteligencia "no justificadas" y sin haber agotado la opción pacífica.

El antiguo funcionario John Chilcot publicó un extenso y exhaustivo informe sobre la guerra, después de siete años en los que evaluó miles de documentos oficiales, interrogó a testigos e interpeló a políticos, si bien su misión no tenía como objetivo procesar ni recomendar cargos contra nadie.

En el informe se indica que su propósito ha sido "considerar el periodo que abarca del verano de 2001 hasta finales de julio de 2009, que implica la gestación del conflicto en Irak, la acción militar y sus secuelas".

En su documento, de 12 volúmenes, Chilcot colocó el peso de la responsabilidad en Blair y desveló el alcance de su alianza con el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, a quien en 2002 le prometió apoyo incondicional para invadir Irak.