Las autoridades italianas han puesto formalmente bajo investigación a los responsables de las estaciones ferroviarias de Corato y Andria, entre las que tuvo lugar el martes el choque de trenes que causó 23 víctimas mortales.

El fiscal de la ciudad de Trani, Francesco Giannella, ha explicado este jueves que "hablar de un error humano es correcto, pero absolutamente insuficiente" para explicar las causas de este siniestro, sobre el que aún no existe una hipótesis clara.

Los dos trenes de pasajeros impactaron frontalmente en una zona de vía única y sin los últimos avances en materia de señalización, de tal forma que son los responsables de las estaciones quienes tienen que alertar a los maquinistas de la cercanía de otro convoy.

Las autoridades judiciales y policiales intentan reconstruir los hechos de cara a obtener "certezas", como ha explicado Giannella, según el diario 'La Repubblica'. De esta forma, en los últimos dos días se han sucedido los registros, la toma de documentación y los análisis de datos informáticos.

Imputaciones abiertas

Una fuente judicial citada por la agencia Reuters ha confirmado la apertura de las investigaciones sobre varias personas pero ha aclarado que esto no significa necesariamente una imputación directa. En la mesa están posibles cargos por accidente ferroviario u homicidio involuntario.

El responsable de la estación de Andria, Vito Piccarreta, admitió en declaraciones a 'La Stampa' que dejó pasar uno de los trenes, pero ha negado ser el único responsable del siniestro. En este sentido, ha recordado que fue un día de "confusión" con retrasos en varios trenes.

Piccarreta admitió que dio vía libre al convoy que el martes chocó con otro tren: "es verdad que ese tren no tenía que partir. Y la señal la levanté yo, no sabía que desde Corato estuviese saliendo otro tren, por eso di vía libre".

La esposa del jefe de estación, Lia Piccarreta, asegura en el diario que ambos se sienten "víctimas" del suceso pero añade: "solo un error no puede haber causado todo esto".

La compañía privada Ferrotramviaria, que gestiona el tramo de vía única donde ocurrió el accidente, anunció que ha suspendido al jefe de estación mientras por otro lado se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades por el suceso.

Según medios locales, la investigación abierta también incluye la eventual responsabilidad de las instituciones que no habían comenzado los trabajos de desdoblamiento de la línea única que ya habían sido autorizados y que contaban incluso con financiación de fondos de la Unión Europea.

El ministro de Infraestructuras y Transportes, Graziano Delrio, informó ayer en el Parlamento de que actualmente son 2.700 los kilómetros de vía férrea única en todo el país del total de unos 3.000 de la red considerada como "secundaria".

Italia cuenta con una red ferroviaria de 16.674 kilómetros, de los cuales 9.161 kilómetros funcionan con la vía única frente a los 7.563 kilómetros de doble vía, de acuerdo al informe de 2015 de la Agencia Nacional para la Seguridad Ferroviaria.

Sin embargo no ha habido por el momento explicaciones oficiales de las razones por las cuales el tramo donde sucedió el accidente, de tráfico local intenso, todavía no había sido sometido al desdoblamiento de la línea férrea.

Los medios locales ofrecen detalles de presuntos retrasos en los procedimientos de las expropiaciones necesarias para esas obras y de lentitud en los trámites burocráticos que impidieron que se gastaran los 180 millones de euros de fondos europeos que habían sido adjudicados para su empleo antes de 2013 justo en el tramo donde ocurrió el accidente.