Christina Aguilera, una de las cantantes estadounidenses más populares colaboró, sin saberlo, con la CIA tras los atentados del 11-S. Así lo desvela un reportaje del New Yorker en el que se informa que los hits de la estrella eran reproducidos durante horas a los terroristas detenidos en Guantánamo.

La pieza informativa se titula ´The Sound of Hate´, es decir, ´El sonido del odio´ en el que se explica cómo la CIA trataba de lograr por las buenas la confesión de los acusados, pero si no lo conseguía les obligaba a mantenerse despiertos durante horas escuchando las canciones de Aguilera.

La CIA acostumbra a utilizar la música como un método de tortura ya que una persona puede cerrar los ojos y no ver, pero no puede cerrar los oídos y dejar de escuchar. También se valieron de temas de otros grupos como ACDC o de Alice Cooper.