Gibraltar se ha movilizado hoy con motivo del referéndum para determinar si Reino Unido permanece en la Unión Europea (UE) o deja de formar parte de la misma y se produce el llamado "Brexit".

Hasta 24.117 ciudadanos británicos, irlandeses y de la Commonwealth registrados en el Peñón tienen derecho al voto en esta consulta.

Según los primeros datos oficiales en las tres primeras horas ya había votado más de un 16 por ciento de ellos, 3.939 personas.

Los catorce colegios electorales habilitados para la consulta han abierto sus puertas a las 07.00 horas con normalidad y tienen previsto el cierre a las 22.00 horas.

El ambiente en la calle confirma los pronósticos de un rotundo apoyo a la permanencia en la UE por parte de los gibraltareños.

A pesar de la tranquilidad que reina en una mañana algo desapacible por el viento y el cielo nublado, aunque con temperatura agradable, los pocos activistas que se ven en las puertas de los colegios portan insignias a favor de la permanencia.

Poco antes de las 10.30 horas ha ejercido su derecho al voto el ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo, quien ha vuelto a dejar claro su apoyo a la permanencia en la Unión Europea y la importancia que esta decisión tiene para el Peñón.

Es la misma postura defendida por sus antecesores en el cargo durante la campaña, así como por la oposición, que también entiende que la permanencia en la UE otorga más estabilidad a Gibraltar, en especial con respecto a los intentos de soberanía de España.

Las encuestas publicadas por los medios gibraltareños y británicos determinan un apoyo de en torno al 90 por ciento a favor de la permanencia en Gibraltar.

Así quedó reflejado en la histórica visita del primer ministro británico, David Cameron, la pasada semana, a pesar del frustrado mitin que tenía previsto y que no se produjo tras el atentado contra la parlamentaria laborista Jo Cox.

El temor a un intento de un acuerdo de cosoberanía por parte de España e incluso la reivindicación de la soberanía, la situación que podría producirse en la frontera y la particular economía del Peñón determinan el posicionamiento de los gibraltareños.

La adhesión de España a la Unión Europea en 1986 obligó a permitir la libre circulación de personas y mercancías en la frontera con Gibraltar, a pesar de no tratarse de un espacio Schengen.

Sin embargo, con Gibraltar fuera de la UE dicha obligación desaparecería, por lo que España recuperaría la potestad para abrir y cerrar la Verja en cualquier momento.

A ello se le une que las empresas con sede en el Peñón, entre las que destacan las de juego on line, seguros y servicios financieros, perderían el acceso al mercado europeo, lo que pondría en peligro el principal motor económico de Gibraltar.