El laborista Sadiq Khan ha sido elegido nuevo alcalde de Londres en los comicios celebrados el jueves. Khan, de 45 años, hijo de inmigrantes paquistaníes, sustituye como primer edil al conservador Boris Johnson y es el primer musulmán que llega a la alcaldía de la capital británica.

El laborista venció con el 56,8% de apoyo frente al 43,2% obtenido del conservador Zac Goldmith, según los datos facilitadas hoy al término de un recuento que se prolongó más de lo esperado. En una declaración, Khan agradeció a los votantes por haber confiado en él y haber hecho "posible algo que parecía imposible".

Khan, abogado especializado en derechos humanos, admitió que nunca "hubiera imaginado" llegar al puesto de alcalde de la capital británica debido a sus orígenes humildes al haber sido criado en una vivienda de protección social.

"Quiero que cada londinense tenga la oportunidad que esta ciudad me dio a mi y a mi familia", afirmó Khan, y agradeció que los londinenses eligieran "la esperanza" por encima de "la división" y "el temor", en clara referencia a la difícil campaña electoral.

El triunfo de Khan fue recibido con entusiasmo por Jeremy Corbyn, quien incluso le felicitó a través de su cuenta de la red social Twitter antes de que se hiciera la declaración oficial. "No puedo esperar a trabajar contigo para crear un Londres más justo para todos", tuiteó Corbyn.

Khan recibió las felicitaciones de la hermana de Goldsmith, la periodista y defensora de los derechos civiles Jemima Goldsmith, famosa en el Reino Unido por haber estado casada con el político pakistaní y antiguo jugador de crícket Imran Khan.

"Felicitaciones a Sadiq Khan, el primer musulmán alcalde de Londres, una ciudad de todas las culturas, orígenes y religiones. Un gran ejemplo para los jóvenes musulmanes", tuiteó Jemima Khan.

El nuevo inquilino del City Hall, edificio ubicado frente al emblemático puente de la Torre de Londres, tendrá a su cargo, junto a la Asamblea, la responsabilidad de asuntos como transporte, policía, medio ambiente y vivienda, entre otros.

No obstante, la crisis de la vivienda en la capital británica, por falta de inmuebles asequibles, es uno de los puntos más importantes y que ha centrado los debates electorales.

Con unos precios inmobiliarios que se disparan mes a mes y valores exorbitantes del alquiler, el nuevo alcalde tendrá la difícil tarea de apoyar la construcción de propiedades accesibles a fin de ayudar a los trabajadores con los salarios más bajos.