El Reino Unido celebró este jueves comicios regionales en Escocia, Gales e Irlanda del Norte y locales en Inglaterra, una votación que permitirá calibrar el apoyo a nivel nacional del Partido Laborista y el Partido Conservador, y designará al nuevo alcalde de Londres.

Cerca de 45 millones de personas estaban llamadas a las urnas en una jornada electoral que transcurrió sin incidentes destacables.

Las elecciones son el primer examen para el líder laborista, Jeremy Corbyn, que sustituyó a Ed Miliband al frente del primer partido de la oposición en el Reino Unido tras la debacle de las generales de mayo de 2015, en las que el laborismo perdió 26 escaños y dejó vía libre a una mayoría absoluta conservadora.

También servirán como termómetro para medir el respaldo que mantiene el primer ministro, el conservador David Cameron, a menos de dos meses para el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), que se celebrará el 23 de junio y en el que el Gobierno defiende continuar formando parte del bloque común.

Corbyn ha recibido críticas esta semana por mostrarse confiado en que su partido "no va a perder asientos" en estos comicios, a pesar de que algunas encuestas predicen que el laborismo podría registrar su peor resultado en varias décadas.

Uno de sus portavoces matizó poco después que las palabras del líder fueron "malinterpretadas": "No estamos por la labor de perder asientos y lucharemos por lograr tantos como sea posible mañana. Eso es lo que trataba de decir", afirmó.

Uno de los feudos con mayor competencia para los laboristas es Escocia, donde el avance del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en los últimos años ha acabado con la tradicional hegemonía de la formación de Corbyn.

Los independentistas han gobernado con 69 de los 129 escaños del Parlamento autónomo escocés desde 2011, cuando los laboristas se hicieron con 37 asientos y los conservadores con 15.

La formación de Nicola Sturgeon espera mejorar esos resultados tras hacerse con 56 de los 59 escaños escoceses en Westminster (Londres) en las generales del año pasado.

En el peor escenario posible para Corbyn, algunos sondeos sugieren que los conservadores podrían convertirse en la segunda fuerza en la región y convertirse en la oposición al SNP.

Los laboristas esperan matizar un posible retroceso a nivel nacional con una victoria en Londres de Sadiq Khan, que sucedería al "tory" Boris Johnson en uno de los puestos con mayor visibilidad de la política británica.

Khan, hijo de inmigrantes pakistaníes que llegaron a la ciudad en la década de 1960, lidera las encuestas y se convertirá en el primer alcalde musulmán de Londres si derrota al candidato conservador, Zac Goldsmith, descendiente de una adinerada familia de empresarios.

Las elecciones locales en Inglaterra decidirán asimismo al nuevo primer edil de Bristol, Salford y Liverpool.

En Gales, está en juego la composición de su Asamblea Nacional, con 60 escaños, que hasta ahora dominaban los laboristas con 30 asientos, en tanto que los conservadores tenían 14, el partido nacionalista Plaid Cymru 11, mientras que el resto correspondían a otras formaciones.

En el caso de Irlanda del Norte, no se esperan cambios significativos en el reparto de los 108 integrantes de la Asamblea autónoma, en la que 38 escaños corresponden al Partido Democrático Unionista (DUP), 29 al republicano Sinn Fein, 16 al Partido Unionista del Ulster, 14 al Partido Liberal Demócrata y Laborista del Ulster (SDLP) y el resto están en manos de otras fuerzas políticas.