El presidente cubano, Raúl Castro, ha advertido que la política exterior de Cuba se mantendrá fiel a los principios revolucionarios, aunque ha destacado la voluntad del Gobierno de ampliar sus relaciones con el mundo entero, en relación al reciente acercamiento diplomático con Estados Unidos.

En ese sentido, Castro ha defendido una relación con Estados Unidos "sobre la base de la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos y el respeto absoluto a nuestra independencia", informa el periódico cubano 'Granma' en su edición digital. Castro ha pronunciado estas palabras durante la jornada inaugural del VII Congreso del Partido Comunista Cubano.

En cualquier caso, Castro ha recordado que sigue vigente el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de medio siglo y ha argumentado que para avanzar "deberá eliminarse esa política que provoca privaciones a la población y constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico del país". Además, ha reivindicado la devolución de la base naval de Guantánamo, así como la eliminación de los programas que pretenden subvertir el sistema político cubano.

En clave latinoamericana, Castro ha reafirmado el apoyo a los "gobiernos revolucionarios y programas encabezados por líderes prestigiosos" como Nicolás Maduro en Venezuela, al proceso de paz en Colombia, el respaldo a Argentina "en la recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur" o al movimiento independentista de Puerto Rico.

En cuanto al interior de Cuba, Raúl Castro ha defendido la continuidad de la propiedad social "sobre los medios fundamentales de producción" como forma principal, aunque reafirmó la voluntad de seguir favoreciendo el desarrollo del sector no estatal. "Como mismo aspiramos a la eficiencia y calidad en el sector estatal, también favorecemos el éxito de las formas nos estatales, velando por el estricto cumplimiento de la legislación vigente", ha apuntado.

Castro ha advertido de que se han producido "manifestaciones de indisciplinas e ilegalidades, cuyo enfrentamiento no ha sido suficientemente efectivo, como la evasión fiscal y la realización de actividades no aprobadas".

En cualquier caso, ha advertido de que estas medidas no son el primer paso hacia el capitalismo y ha aseverado que "en las formas no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad ni de las riquezas, porque actuarán con límites y serán regulados por la ley". "La cooperativa, la mediana o pequeña empresa no son antisociales, ni contrarrevolucionarias", ha apostillado.