Se conocieron en la isla de Lesbos. Él se llama Raduan Seiju y es del Kurdistán sirio Y él Hasam Omar, de Bagdag. Hasan cuenta que dos de sus hermanos murieron asesinados por el Estado Islámico. Los dos viven desde hace años en silla de ruedas y aún así decidieron escapar. Viven en estas tiendas y dicen que lo más difícil es asearse e ir al baño.

Con sólo acompañarles unos metros se comprueba que no son los únicos. Y precisamente camino del baño nos encontramos a esta señora de 65 años. Ella no sólo va en silla de ruedas, sino que tiene problemas mentales. Huyó de Alepo junto a su familia y su nieta nos cuenta que los hombres de la familia fueron llevándola a hombros hasta Turquía.

Entre los discapacitados también hay niños, y muchos mayores. A todos, Naciones Unidas les proporcionó la silla de ruedas al pisar suelo griego. Son quizás los más vulnerables dentro del campamento, aunque no los únicos, según confirman los servicios médicos. "El número de personas vulnerables sigue incrementándose. Tenemos muchas mujeres embarazadas y muchos niños pequeños. Cerca del 30% de los pacientes que vemos son niños desde 0 a 7 años. Sobre todo con diarreas y enfermedades respiratorias debido a condiciones higiénicas como éstas. "