El Senado italiano ha aprobado el polémico proyecto de ley que reconoce las uniones homosexuales, aunque excluyó el derecho de la pareja de adoptar el hijo natural del otro miembro de ese texto, impulsado por el partido del primer ministro, Matteo Renzi.

El documento fue aprobado con 173 votos a favor y 71 en contra, y ahora continuará su tramitación parlamentaria en la Cámara de los Diputados.

Desde que comenzara su debate en el Senado el pasado 2 de febrero, este proyecto de ley ha sido objeto de fuertes divisiones tanto entre las filas de los partidos de la oposición como en el seno del Partido Demócrata (PD), formación que lidera Renzi.

El documento fue inicialmente impulsado por la senadora Monica Cirinná, del PD, con el objetivo de reconocer las uniones entre homosexuales y su derecho a adoptar a los hijos biológicos del cónyuge en Italia, uno de los pocos países europeos que carecen de una normativa al respecto.

Sin embargo, el documento estuvo durante meses bloqueado en la comisión de Justicia de la Cámara alta y también lo ha estado durante las últimas semanas a nivel del propio Senado debido a los múltiples rechazos con los que se ha topado.

Renzi había asegurado que aprobar este proyecto de ley sería una de sus prioridades para 2016.

No obstante, su partido por sí solo no contaba con los apoyos suficientes en el Senado para sacarlo adelante, necesitaba los votos de la oposición.

Intentó eliminar de un plumazo las numerosas enmiendas presentadas por los grupos contrarios con una propia que esperaba que fuera apoyada por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), creado por el cómico Beppe Grillo.

Pero el M5S se negó a votar esta enmienda y pidió el análisis de cada una de las presentadas por los grupos conservadores, por lo que el PD de Renzi se encontró en minoría y se vio obligado a buscar otros apoyos.

Así, negoció con el grupo conservador Nuevo Centroderecha (Ncd), liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano, hasta sacar este jueves el proyecto del estancamiento en el que se encontraba.

Renuncia de algunos puntos

Pero para ello Renzi se ha visto obligado a renunciar a algunos de los puntos del documento inicial: al asunto relativo al derecho de adopción y al que establecía como obligación a las personas del mismo sexo mantener su fidelidad.

El Ncd temía que permitir a los gais la adopción incentivara la gestación subrogada, tal y como lamentó en diversas ocasiones la ministra de Salud, Beatrice Lorenzin.

Además, del texto desaparece el punto del artículo 3 que establecía que "de las uniones civiles deriva la obligación recíproca de fidelidad".

"Este proyecto es un éxito para Italia porque da derechos a las personas del mismo sexo a unirse civilmente y también protege el matrimonio entre una mujer y un hombre, para evitar una cosa contranatural, que es que dos personas del mismo sexo puedan tener un hijo", aseguró hoy Alfano.

El proyecto de ley simplifica los procesos de separación y permite que la pareja pueda conservar un apellido único solo mientras la unión se mantenga, entre otros elementos.

Tras la aprobación del texto en la Cámara alta, la senadora Cirinná ha sido ovacionada por los miembros de su partido.

Sin embargo, este texto no contenta ni a los sectores más conservadores ni tampoco a los defensores de los derechos del colectivo LGBT.

El responsable del Día de la Familia que se celebró el pasado 30 de enero en Roma, Massimo Gandolfini, lamentó que Italia vaya a legalizar una ley que implica, a su juicio, "peligrosas comparaciones con el matrimonio católico".

Por su parte, los defensores de los derechos del colectivo LGBT se manifestaron ayer frente al Senado y afirmaron que la ley es discriminatoria e insuficiente.