El Gobierno sueco prevé que entre 60.000 y 80.000 personas que pidieron asilo el año pasado puedan ser expulsadas de este país, el que más peticionarios per cápita recibe de la Unión Europea (UE), al ser rechazadas sus solicitudes.

La cifra fue apuntada por el ministro sueco de Interior, Anders Ygeman, que ya ha transmitido a las autoridades migratorias y a la Policía que se preparen para un "reto muy grande".

De las 58.802 solicitudes tramitadas el año pasado por la Dirección General de Migraciones, fueron aceptadas el 55%.

Dado que el tiempo medio de resolución de una solicitud fue de 229 días y que más de las dos terceras partes de las peticiones fueron presentadas a partir de otoño, Ygeman admitió que el gran aumento en las expulsiones no se producirá "probablemente" hasta principios del próximo año.

El gran número de personas que se arriesgan a ser expulsadas podría hacer que el Gobierno en minoría de coalición entre socialdemócratas y ecologistas recurra a aviones chárter para las deportaciones, en vez de los vuelos regulares usados hasta ahora.

El Gobierno sueco negocia además con varios países acuerdos para que estos acepten las deportaciones de sus nacionales, entre ellos Marruecos y Afganistán, aunque admite dificultades.

De los 163.000 solicitantes recibidos por este país en 2015, el 32 % procedía de Siria, el 26 % de Afganistán y el 13 % de Irak.

La explosión en el número de refugiados producida en otoño colocó al borde del colapso al sistema de acogida sueco e hizo que el Gobierno, presionado por la oposición de centroderecha, diera un giro sustancial a su política de asilo, hasta entonces una de las más generosas de la UE.

El Gobierno sueco introdujo en noviembre controles fronterizos provisionales, complementados desde enero con controles de identidad en transportes de pasajeros desde Dinamarca; eliminó permisos permanentes a refugiados y limitó la reagrupación familiar.

Expulsiones en Finlandia

Mientras tanto, el Gobierno finlandés calcula que expulsará del país a cerca de 20.000 de las 32.476 personas que solicitaron asilo en 2015, ya que no cumplen los requisitos para obtener el estatus de refugiado, informaron hoy medios locales.

Esta cifra, apuntada a la cadena de televisión local MTV3 por la secretaria del Ministerio de Interior finlandés, Päivi Nerg, supone alrededor del 62 % de todas las solicitudes de asilo recibidas el pasado año, cuando llegaron a Finlandia nueve veces más refugiados que en 2014.

Hasta la fecha, cerca de 4.000 personas que llegaron a Finlandia en 2015 han retirado su petición de asilo de forma voluntaria, por lo que deberán regresar lo antes posible a sus países de origen.

Holanda discute un plan similar

Por su parte, altos cargos del Gobierno de Holanda están discutiendo un plan para devolver a todos los refugiados a Turquía, en un intento por frenar la masiva llegada de solicitantes de asilo a Europa, según ha informado este jueves el líder del Partido Laborista, Diederik Samsom.

En una entrevista concedida al diario neerlandés 'Volkskrant', Samsom ha propuesto una especie de canje por el cual la Unión Europea enviaría a los recién llegados a Turquía a cambio de que los dos millones de refugiados que ya están en suelo turco sean reubicados en los países miembro.