Austria va a limitar las solicitudes de asilo a un máximo de 30.000 o 40.000 anuales en los próximos años, lo que contrasta con las alrededor de 90.000 peticiones que registró en 2015, informa hoy la prensa austríaca.

Según varios diarios, que citan fuentes del Gobierno, la decisión de establecer un número máximo de solicitantes de asilo se acordará en una reunión en Viena del Ejecutivo con representantes regionales y locales.

El objetivo es que los solicitantes de asilo en los próximos tres o cuatro años sean un máximo de 120.000 personas, lo que supone alrededor del 1,5 % de la población de Austria, que tiene 8,5 millones de habitantes.

Las 90.000 solicitudes de asilo de 2015 suponen algo más del uno por ciento de la población del país y distintos representantes del Gobierno han afirmado que Austria no podía hacer frente en solitario a la situación.

El vicecanciller federal, el conservador Reinhold Mitterlehner asegura que su partido aboga por 30.000 solicitantes de asilo durante cuatro años, mientras que sus socios socialdemócratas de Gobierno defienden la cifra de 40.000 durante tres años, según recoge el diario "Kurier".

Mitterlehner segura que esa restricción debe ser todavía "aclarada legalmente" para no violar el derecho a solicitar asilo, indica Kurier.

Esta medida se produce cuando en el sur del país, en la frontera con Eslovenia, las fuerzas de seguridad van a endurecer desde hoy los controles sobre los refugiados e inmigrantes que quieren entrar en el país, según el diario, que cita fuentes policiales.

La intención es realizar un control individual de la identidad y pertenencias de cada persona que pretenda entrar en el país y se contrastará su declaración con la entregada a las autoridades eslovenas.

Aquellos que sean considerados inmigrantes económicos o no tengan documentación serán devueltos a Eslovenia, mientras que a los solicitantes de asilo sólo se les permitirá presentar su demanda de protección en Austria o en Alemania, no en otros países más lejanos como las naciones escandinavas.

Según el diario, con estas medidas de control se pretende generar un efecto dominó que llevé a los demás países de la ruta de los balcanes a incrementar sus controles por el temor a que los refugiados sean devueltos a su territorio.

"Kurier" también indica que el Gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y conservadores también coinciden en impulsar un proyecto Ley que establece un derecho de asilo temporal y no permanente, así como otras medidas que endurecen las condiciones para el reagrupamiento familiar.

Los socialdemócratas han endurecido en las últimas semanas su discurso frente a los refugiados y habrían aceptado mayores medidas de control, algo que demandaban sus socios conservadores desde hace meses.

El Ejecutivo austríaco está también presionado por el aumento de la intención de voto del ultraderechista Partido Liberal (FPÖ), que en las encuestas aparece como la primera opción con alrededor del 30 % de los apoyos.