El Gobierno de Alemania ha dado a conocer este martes sus planes para acelerar la deportación de los extranjeros que delincan, en respuesta a la serie de agresiones sexuales cometidas en Nochevieja por inmigrantes en la ciudad de Colonia.

Los ministros de Interior y Justicia, el conservador Thomas de Maizière y el socialdemócrata Heiko Maas, respectivamente, han indicado que los extranjeros culpables de ataques físicos, resistencia a la Policía o daños a la propiedad podrán ser deportados.

Hasta ahora los inmigrantes solo se enfrentaban a la expulsión del territorio alemán si eran condenados a al menos dos años de cárcel, por lo que esta medida supone endurecer el régimen de deportación, dado que dichas actuaciones solo conllevan una sanción de libertad vigilada.

La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo Gobierno ha estado sometido a una gran presión en los últimos tiempos por la creciente popularidad de las críticas de los partidos de extrema derecha a su política de puertas abiertas para los refugiados, ha celebrado la iniciativa.

"Debemos asegurar que la ley entre en vigor lo antes posible", ha dicho la jefa de Gobierno. "Debemos pensar en cómo hacemos que el proceso parlamentario avance de la forma más rápida posible", ha instado a sus socios en la sede legislativa.

El rechazo social a los solicitantes de asilo ha crecido a raíz de los cientos de ataques sexuales registrados en Colonia el 31 de diciembre, de los que la Policía local ha acusado a la comunidad de inmigrantes del Norte de África.

El lunes por la noche más de 200 personas enmascaradas con pancartas racistas se concentraron en Leipzig y causaron numerosos destrozos, según han informado este martes las fuerzas de seguridad.