La extrema brutalidad con la que actuaron los terroristas en los atentados del pasado viernes en París y el hallazgo en la habitación de hotel en la que estuvieron de jeringuillas y material médico, apunta a que pudieron tomar una sustancia llamada Captagon, conocida como la 'droga de los yihadistas'.

A falta de que los informes toxicológicos de los restos de los yihadistas suicidas confirmen la presencia de esta droga, las autoridades galas sospechan que se inyectaron Captagon, que es una mezcla de anfetamina y cafeína para cometer los ataques sin ningún tipo de remordimientos.

Este estimulante sintético, barato y fácil de producir, se creó en 1960 para tratar la hiperactividad y la narcolepsia. Aunque se prohibió en la década de los 80, el Captagon sigue produciéndose en Líbano, Turquía y principalmente en Siria, donde es una de las drogas más populares.

Esta droga sería utilizada por los yihadistas del Estado Islámico para cometer sus atentados, ya que anula el dolor y la empatía. Los terroristas que atacaron París se la podrían haber inyectado porque de este modo actúa más rápido y sus efectos se multiplican.

Salah Abdeslam, el octavo terrorista que participó en los ataques y que permanece huido, alquiló dos habitaciones por internet en el hotel AppartCity de la ciudad de Alfortville.

En las imágenes de una de esas habitaciones emitidas por "iTélé" se veían, además de unos cartones de pizzas, jeringuillas y unos tubos que, según los periodistas del canal, sirvieron bien para rellenar los chalecos explosivos o bien para inyectarse drogas. "BFM TV" explicó que al menos dos personas ocuparon una de esas habitaciones.