Fuerzas antiterroristas tunecinas arrestaron a 17 presuntos yihadistas y desmantelaron una célula que pretendía perpetrar un nuevo atentado en una zona hotelera de la ciudad costera de Susa, informó ayer el Ministerio de Interior. Rafik Chelli, jefe de Seguridad del citado ministerio, dijo que la acción policial tuvo lugar a principios de noviembre y que entre los detenidos hay supuestos yihadistas entrenados en campos Siria y la vecina Libia.

«Los terroristas tenían entre sus objetivos instalaciones vitales como centros de Seguridad y edificios públicos, así como hoteles, y su fin era desatar el caos a lo largo del país», explicó Chelli a los periodistas. Además de los arrestos, las unidades antiterroristas se incautaron de diversos fusiles de asalto tipo kalashnikov, material para fabricar bombas, munición, pistolas y equipos de comunicación, agregó sin ofrecer otros detalles.

Túnez fue escenario en marzo y junio pasados de sendos atentados yihadistas que mataron a 60 turistas extranjeros, 22 tiroteados en el Museo El Bardo, de la capital, y 38 en la playa de un hotel en Susa. Los atentados han hundido la industria del turismo, uno de los pilares de la endeble economía nacional, y colocado nuevos obstáculos en la ya de por sí difícil transición política tras el triunfo de la revolución que derrocó a Ben Ali.

Reivindicación del EI

Ambos fueron reivindicados por la organización local Okba bin Nefa, que mantiene lazos con el grupo yihadista Estado Islámico y que desde 2011, año en que triunfó la revolución, combate al Ejército tunecino en la zona montañosa de Kasserine, vecina a la frontera con Argelia.