Aviones de Francia y Rusia atacaron ayer coordinadamente objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en distintas partes de Siria, después del atentado del viernes en París, reivindicado por los yihadistas y que causó 129 muertos y nás de 300 heridos. Putin ordenó ayer coordinar con Francia las acciones militares contra las posiciones terroristas en Siria, después de acordarlo así en una conversación telefónica con el presidente francés, François Hollande. Ambos se reunirán el próximo 26 de noviembre en Moscú para profundizar en esta cooperación bilateral contra el terrorismo yihadista, según informó el Kremlin.

El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, dijo que la fuerza aérea rusa tuvo como blanco zonas de la provincia de Deir al Zur (noreste), que está controlada casi en su totalidad por el EI, así como la ciudad monumental de Palmira (centro), también en manos de los radicales. Por su parte, la aviación francesa bombardeó por segunda jornada consecutiva bases del EI en Al Raqa, reveló el primer ministro francés, Manuel Valls. Los blancos fueron un puesto de mando de la organización terrorista y un campo de entrenamiento.

Rusia lanzó un «ataque masivo» con bombarderos estratégicos y misiles de crucero contra posiciones del Estado Islámico en Siria pocas horas después de confirmar que una bomba causó el siniestro del avión ruso que se estrelló en Egipto con 224 ocupantes. Más de dos semanas después del peor siniestro aéreo de la historia de Rusia, Moscú admitió ayer por primera vez que la catástrofe del Airbus A-321 de la compañía MetroJet fue un atentado, una tesis que defendían ya los servicios de seguridad del Reino Unido y EE UU.

«En el vuelo explotó un artefacto casero de una potencia equivalente a 1,5 kilos de TNT. Como resultado, el avión se desintegró en el aire, lo que explica por qué las piezas del fuselaje están diseminadas ampliamente», informó el jefe del servicio de seguridad federal ruso (FSB, antiguo KGB), Alexánder Bortnikov. «Puedo decir que fue un atentado terrorista», dijo Bortnikov, en una reunión del Consejo de Seguridad nacional con el presidente ruso, Vladímir Putin, donde se informó de los resultados de la investigación del siniestro aéreo, ocurrido el 31 de octubre pasado en la península del Sinaí.

Tras ello, Putin aseguró que Rusia encontrará y castigará a los culpables del siniestro, ocurrido sobre el Sinaí egipcio, 23 minutos después de despegar de la localidad turística de Sharm el Sheij con destino a San Petersburgo. «Los buscaremos estén donde estén y los encontraremos en cualquier rincón del mundo», prometió el mandatario. En un comunicado aparte, el FSB anunció que ofrecía 50 millones de dólares de recompensa a quien pueda ofrecer información sobre los autores del atentado.

El Ministerio ruso de Exteriores informó por la tarde de que los organismos competentes han lanzado una caza al hombre para encontrar a los culpables de la tragedia y pidió ayuda a otros países en esta tarea. «Rusia se dirige a todos los países, organizaciones y personas, a todos los amigos y socios con el llamamiento de que ayuden en este trabajo para que los culpables reciban el castigo correspondiente», señaló el ministerio.

El Ministerio del Interior anunció por su parte que se reforzará la seguridad en los lugares públicos y concurridos, y desde hoy es perceptible el aumento de las patrullas en las calles de la capital rusa, así como en el metro y en aeropuertos. Pero además, el jefe del Kremlin anunciaba como respuesta al atentado del avión una intensificación de la intervención aérea que Rusia comenzó a finales de septiembre en Siria para apoyar la ofensiva del Ejército gubernamental sirio y luchar contra los grupos yihadistas.

El doble de ataques

«Hemos asestado un ataque aéreo masivo contra objetivos del EI en el territorio de Siria» El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, anunció en Moscú que su país duplicó ayer los ataques contra el Estado Islámico en Siria tras acordar con Francia coordinar su acciones militares.. En las operaciones contra el EI participaron por primera vez bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-95 y Tu-22, lo que permitió, según el ministro, realizar «ataques precisos y potentes en todo el territorio de Siria».

Y mientras distintos países luchan contra el EI desde el aire en Siria, sobre el terreno distintas facciones rebeldes intentan unificar su trabajo para ser más efectivas contra los yihadistas. Ayer martes, una quincena de grupos kurdos y árabes de Alepo e Idleb anunciaron su fusión, bajo el paraguas de las Fuerzas de Siria Democrática, una agrupación insurgente que recibe el respaldo de Estados Unidos.