Francia ha vivido este 2015 una sucesión de atentados que le han situado en el punto de mira del terrorismo yihadista y que arrancó apenas comenzado el año con un tiroteo en la sede de la revista satírica 'Charlie Hebdo', donde los hermanos Saïd Kouachi y Chérif Kouachi perpetraron un tiroteo que dejó once muertos.

Sin haberse cumplido siquiera un año de la masacre contra 'Charlie Hebdo', París se ha visto de nuevo sacudido por el terrorismo. El que hasta ayer mismo era el peor atentado en el último medio siglo en Francia fue inevitablemente recordado por muchos. Los tres días que marcaron a los franceses a principios de este año, del 7 al 9 de enero, acabaron con la muerte de 20 personas (14 civiles, tres policías y tres terroristas) y la adopción de unas medidas de seguridad casi sin precedentes en el país, en alerta desde entonces por los zarpazos del terrorismo islamista.

El 10 de enero, tres terroristas fueron abatidos después de ser perseguidos durante tres días por las inmediaciones de París. Dos, los hermanos Kouachi, murieron a tiros en una imprenta a 40 kilómetros de la capital, hasta donde habían llegado huyendo. Junto a ellos murieron cuatro rehenes. Al mismo tiempo, fue abatido un tercer terrorista, cómplice de los Kouachi y quien había matado a una policía dos días antes.

La pesadilla se había iniciado la mañana del día 7, cuando dos terroristas irrumpieron armados con fusiles en la sede de "Charlie Hebdo" y dispararon sin control contra los doce trabajadores que allí había. Tras dejar un reguero de sangre, emprendieron la huida y se activó un gran despliegue policial para detener a los asesinos. Con el país en vilo, Francia desplegó un impresionante dispositivo policial por el entorno de París para cercar a los terroristas: dos de ellos, los citados hermanos Kouachi (franceses de origen argelino) y el francés de origen africano Amedy Coulibaly. Los tres murieron.

La masacre de "Charlie Hebdo" desencadenó una oleada mundial de indignación que tuvo su máxima expresión en una movilización histórica en París de millón y medio de personas y cincuenta mandatarios de varios países.

Las medidas tras los atentados de ´Charlie Hebdo´

A partir de esta cadena de atentados, el Gobierno francés decidió elevar al máximo el nivel de alerta Vigipirate, lo que implicó un amplio despliegue de seguridad que se hizo especialmente visible en zonas de especial interés. Las Fuerzas Armadas se sumaron a una tarea de vigilancia ciudadana que tuvo París como principal escenario de preocupación.

En junio volvieron a saltar todas las alarmas, en esta ocasión en una fábrica de Saint-Quentin-Fallavier, cerca de Lyon. La irrupción de un hombre en el interior de las instalaciones y el hallazgo de un cuerpo decapitado reavivó el miedo al terrorismo, si bien las autoridades han terminado por tratarlo como un caso aislado.

Bombardeos en Siria

Francia ha traducido esta alerta interior en una mayor implicación en la lucha internacional contra el terrorismo, consciente de que, como han llegado a reconocer los propios dirigentes galos, existía una elevada posibilidad de que volviesen a producirse atentados en suelo francés.

En septiembre, el presidente galo, François Hollande, confirmó que Francia comenzaría a bombardear posiciones de Estado Islámico en Siria, en un gesto de implicación hacia la coalición que lidera Estados Unidos. El Gobierno francés alegó que adoptaba esta medida en "legítima defensa".

Estado Islámico ha condenado la intervención militar extranjera en Siria y ha lanzado amenazas sucesivas contra los países que colaboran en la coalición norteamericana, así como contra Rusia, que inició a finales de septiembre su propia ofensiva. En octubre de 2014, el grupo yihadista ya había lanzado un mensaje a sus "hermanos" en Francia para alentar los ataques de 'lobos solitarios'.