Los candidatos republicanos a la Casa Blanca han vuelto a salir a escena en un nuevo debate televisado, que John Kasich y Jeb Bush han aprovechado para desmarcarse de las propuestas migratorias del magnate Donald Trump, quien ha insistido este martes en su plan de erigir un muro en la frontera con México y deportar a todos los indocumentados si llega a la Presidencia de Estados Unidos.

El debate, que en un primer momento se ha centrado en el ámbito económico, ha dado un giro hacia el tema de la inmigración --uno de los más recurrentes durante toda la campaña electoral-- al ser preguntado el propio Trump sobre su opinión acerca del bloqueo por parte de un tribunal de apelaciones de las reformas migratorias que trata de impulsar el presidente estadounidense, Barack Obama.

"Estaba muy feliz ayer cuando me enteré de la decisión (...) Fue una decisión increíble. Fue un gran día, para ser franco, porque tenemos que parar la inmigración ilegal", ha agregado Trump, que ha reiterado su intención de deportar a los once millones de indocumentados en Estados Unidos, una medida que Kasich y Bush califican como "inmadura" e "imposible".

"Echar a once millones de personas (...) todos sabemos que no los podemos detener y poner del otro lado de la frontera. Eso es una tontería", ha dicho Kasich, gobernador de Ohio. Bush, por su parte, ha señalado que, además de ser imposible en la práctica, "es una medida que no refleja los valores estadounidenses", tal y como informa el diario estadounidense 'El Nuevo Herald'.

En este cuarto debate republicano, celebrado en la ciudad de Milwaukee (Wisconsin) y transmitido por la cadena Fox Business Network --con la moderación a cargo de periodistas de la cadena y del periódico 'The Wall Street Journal'--, también han participado el cirujano retirado Ben Carson, que parte como favorito en las encuestas, los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y Rand Paul, y la exdirectiva Carly Fiorina.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee se quedaron fuera del debate de la franja horaria de máxima audiencia --relegados a otro que se celebró horas antes-- por no contar en las últimas encuestas publicadas con el 2,5 por ciento de apoyo, el mínimo requerido por los organizadores del evento.

El debate venía precedido de polémica, después de que el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) criticase duramente a la cadena estadounidense NBC News --que coordinó el anterior debate-- por sus preguntas realizadas "con mala fe". El propio presidente Obama se burló de las quejas de los candidatos republicanos, afirmado que "ni siquiera pueden con los moderadores".

En contra de subir salarios

Otro tema controvertido en el debate de este martes ha sido el del salario mínimo, después de que miles de trabajadores de bajos ingresos hayan salido a las calles este mismo martes en varias ciudades de Estados Unidos reclamando una revisión a la alza del salario mínimo federal, que en estos momentos se sitúa en los 7,25 dólares la hora.

En este punto, Carson ha alertado de que la subida de salarios suele ir ligado al aumento del desempleo en el país y, por lo tanto, se ha mostrado reacio a esta medida. "Es particularmente un problema en la comunidad afroamericana", ha dicho el cirujano retirado.

El senador Marco Rubio también ha mostrado su negativa a esta propuesta, afirmando que "no puede salir más caro un empleado que una máquina". "Necesitamos más soldadores que filósofos", ha sentenciado el senador por Florida, en unas declaraciones que recoge la cadena Univision.

Por último, los candidatos republicanos no se han olvidado de su posible rival demócrata en la lucha por la Casa Blanca, Hillary Clinton, que parte como favorita en todas las encuestas para lograr la nominación de su partido. Su nombre ha sido mencionado en, al menos, una veintena de ocasiones en el debate principal y cerca de veinte veces más en el debate previo celebrada entre los cuatro aspirantes republicanos con menor apoyo en las encuestas.

"Tendrá mucha experiencia, pero sus políticas han sido desastrosas. Si miras su política exterior, cada región del mundo ha empeorado", ha dicho el senador por Texas Ted Cruz, mientras que Fiorina --la única mujer que opta a la candidatura del Partido Republicano-- ha insistido en que ella es la candidata ideal para derrotar a la ex secretaria de Estado.