La Unión Europea (UE) recibió hoy la carta con las exigencias del Reino Unido para reestructurar las relaciones entre Londres y sus 27 socios con el ánimo de llegar a un acuerdo, pero ya advirtió de que algunas ideas del primer ministro, David Cameron, son "altamente problemáticas".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recibió hoy la carta del mandatario británico en la que delinea a lo largo de seis páginas las cuatro reformas que quisiera ver en la UE para que el Reino Unido permanezca en el club comunitario, en materia de gobernanza económica, competitividad, soberanía e inmigración.

Tusk dio "acuse de recibo" de la misiva de Cameron en un mensaje de la red social Twitter, donde afirmó que "las negociaciones sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE pueden ahora comenzar", y adelantó que la próxima semana iniciará consultas bilaterales con los Estados miembros y con la Eurocámara sobre las cuestiones a ser tratadas en las conversaciones con Londres.

"Acabamos de recibir la carta (...) y debemos analizarla en detalle", señaló el portavoz comunitario Margaritis Schinas, quien ofreció no obstante una primera pincelada de lo que opina la CE con respecto a las exigencias de Londres.

"A primera vista vemos una serie de elementos que parecen factibles, como encontrar vías para aumentar el papel de los parlamentos nacionales", señaló.

"Otros que son difíciles, como el punto referido a una 'Unión cada vez más estrecha' y la relación entre los países con opción de unirse al euro y los que no, y algunos elementos que son altamente problemáticos", indicó Schinas.

"Porque tocan las libertades fundamentales de nuestro mercado interior y la discriminación directa entre ciudadanos comunitarios claramente entra en esta última categoría", explicó.

La CE se refiere a la exigencia de Londres de asegurarse de que, en una futura ampliación de la UE, la libertad de movimiento no se aplique a los nuevos miembros hasta que sus economías hayan convergido mucho más con el resto de los socios.

Cameron también quiere que los comunitarios residan al menos cuatro años en el Reino Unido y paguen impuestos durante ese periodo de tiempo antes de poder acceder a ayudas estatales.

La CE también ve difícil acomodar la intención de Londres de poner fin a la obligación del Reino Unido de avanzar hacia una Unión cada vez más estrecha como está establecido en el tratado de la UE, porque supondría ir en contra de lo fijado en el texto fundamental.

En cualquier caso, la Comisión considera positivo que Londres esté "abierto a encontrar diferentes vías de alcanzar sus objetivos" y considera por ello que la carta del primer ministro "es el comienzo de las negociaciones, no el final", dijo Schinas.

Juncker ha reiterado en varias ocasiones que está preparado para trabajar en favor de un acuerdo "justo para los británicos, pero también para los demás Estados miembros".

El Gobierno británico considera esenciales estas ofertas para convocar, como prometió en la campaña para las elecciones generales del pasado mayo, el plebiscito antes de finales de 2017.

En un amplio discurso pronunciado en el Real Instituto de Relaciones Internacionales de Londres, más conocido como Chatham House, el "premier" conservador reconoció el desafío que supone este proceso de negociación con los 27, pero que consideró alcanzable con "paciencia", buena voluntad" e "imaginación política".

Esta es la primera vez que Cameron coloca en papel sus propuestas, después de varios meses de incertidumbre sobre lo que realmente buscaba y de que abordase con otros socios comunitarios cuestiones meramente técnicas sobre estos cambios.

Al explicar hoy su plan, el político conservador argumentó que quiere proteger la seguridad económica y nacional del Reino Unido, así como convertir a la UE en un bloque más competitivo.

Sin embargo, sus propuestas han sido criticadas por los políticos euroescépticos reunidos en la plataforma "Vote Leave" (vote por salir), que las consideran "triviales", por lo que piden la retirada para recuperar el control de las fronteras británicas.

Según Cameron, el Reino Unido y otros países que no forman parte de la moneda única deben tener garantizado el acceso al mercado único, Londres debe quedar eximido de una mayor integración europea, la UE debe poner énfasis en la competitividad y se debe restringir el acceso de los comunitarios a las ayudas estatales.