El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, han zanjado en público meses de tensión sobre el programa nuclear iraní con un encuentro en Washington marcado por el anuncio de un nuevo paquete de ayuda militar a Israel a lo largo de los próximos diez años y en el que Obama ha condenado la violencia palestina y defendido el derecho de Israel a responder a las agresiones.

Netanyahu, por su parte, se ha limitado a reiterar su compromiso con una solución para el conflicto israelopalestino a través de la configuración de dos estados a la par que Obama ha expresado su deseo de escuchar cualquier propuesta que el líder israelí tenga al respecto para poner fin a la actual ola de violencia en Oriente Próximo que ha costado la vida a 12 israelíes y más de 70 palestinos desde principios del pasado mes de octubre.

No obstante, y en los momentos previos al encuentro, varios altos responsables de la Casa Blanca reconocían a los medios israelíes la imposibilidad de obtener un acuerdo extraordinario en ese sentido antes de que Obama termine su recorrido presidencial en enero de 2017.

La reunión ha perseguido ratificar la confianza de Israel a través de un compromiso a largo plazo con un nuevo paquete de ayuda "diseñado contra las amenazas y desafíos a los que Israel se enfrentará a lo largo de la próxima década", hizo saber el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, en declaraciones recogidas por el 'Jerusalem Post', sin dar más detalles.

Limando asperezas sobre Irán

Israel ha sido el crítico más acérrimo de las negociaciones abanderadas por Estados Unidos para alcanzar un acuerdo con Irán sobre el programa nuclear de la República Islámica y que han culminado con un histórico acuerdo por el que Teherán se compromete a despejar las dudas sobre sus supuestas intenciones para conseguir una bomba atómica a cambio del fin de las sanciones.

Convencido de que Irán está engañando a la comunidad internacional y que cada día está más cerca de conseguir un arma de destrucción masiva que empleará contra Israel, el Gobierno israelí ha protagonizado durante los últimos meses una serie de desencuentros con la administración Obama.

En la reunión de este lunes, Obama ha intentado despejar las dudas sobre el compromiso de Estados Unidos con su principal aliado regional aunque ha reconocido los problemas que ambos países han atravesado. "No era ningún secreto que el primer ministro y yo no estábamos de acuerdo sobre el pacto con Irán, pero coincidíamos en que había que evitar que Irán se hiciera con una bomba nuclear", ha señalado el presidente de Estados Unidos.

Obama reiteró sin embargo, que la seguridad de Israel es una de sus prioridades principales. Netanyahu, a este respecto, declaró que la amistad que une a su país con Estados Unidos es "fuerte" y agradeció el anuncio del nuevo programa de ayuda militar. "Nuestra alianza", añadió, "está compuesta por valores y objetivos comunes".