El Kremlin ha advertido de que es "inapropiado" establecer vínculos entre la caída de un avión de pasajeros en el Sinaí y la ofensiva militar rusa en Siria, ya que se trata de "asuntos completamente diferentes".

El portavoz de la Presidencia de Rusia, Dimitri Peskov, ha asegurado este martes que no existe la más mínima prueba que vincule la tragedia aérea con actividades terroristas, a pesar de que un grupo afiliado a Estado Islámico se ha atribuido el supuesto derribo del Airbus con 224 personas a bordo.

Peskov ha criticado las "insinuaciones hipotéticas" sobre un posible vínculo entre el siniestro y la operación militar en Siria y ha recalcado que son "asuntos completamente diferentes". "No hay ningún elemento que los relacione", ha apostillado, según informan las agencias de noticias rusas.

Diferentes países colaboran en las pesquisas para tratar de esclarecer por qué el vuelo de Kogalymavia cayó a tierra apenas media hora después de despegar desde Sharm el Sheij. El Gobierno ruso ha prometido hablar "en cuanto las investigaciones comiencen a revelar información. Para ello, sus expertos analizan las cajas negras ya extraídas.

No obstante, Peskov ha subrayado que no se puede establecer "ninguna fecha específica" para concluir los trabajos. El lunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, abogó por seguir investigando hasta estar "completamente seguros" de que ya se saben las causas.

Estados Unidos no ve "evidencias directas"

El director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, ha señalado, por su parte, que en este momento no hay ninguna "evidencia directa" de terrorismo en la catástrofe aérea ocurrida en Egipto, donde el sábado se estrelló un avión de la compañía rusa MetroJet (Kogalymavia) con 224 personas a bordo.

Según Clapper, es "improbable" que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) tenga capacidad para derribar un avión, aunque matizó que "no descartaría" ese escenario.

El grupo yihadista Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), filial egipcia del EI, asumió la responsabilidad por la caída del Airbus-321, en un vídeo cuya autenticidad no ha podido ser confirmada.

Rusia y la compañía MetroJet, propietaria del avión siniestrado en Egipto, no excluyeron este lunes ninguna hipótesis, incluido el atentado terrorista, como causa de la tragedia, aunque advirtieron de que es pronto para sacar conclusiones.