El papa Francisco urgió salvar la vida de Kelly Gissendaner, pero la Junta de Perdón y Libertad Condicional del estado de Georgia (EEUU) rechazó a última hora el pedido de clemencia de esta mujer, que será ejecutada hoy por su participación en el asesinato de su esposo.

En nombre del pontífice, la Nunciatura Apostólica de Estados Unidos solicitó hoy en una carta a la junta estatal cancelar la ejecución de Gissendaner, quien será la primera mujer en recibir la pena capital en Georgia en 70 años.

Sin querer minimizar la "gravedad del crimen", el papa Francisco pidió, a través de una misiva enviada por el nuncio apostólico Carlo María Vigano, clemencia para esta mujer, a quien se le suministrará la inyección letal hoy a las 19.00 hora local (23.00 GMT) en la prisión estatal de Jackson.

"Suplico (...) a su junta directiva conmutar la pena por una que mejor exprese la justicia y la misericordia", precisó Vigano en la carta dirigida a la Junta de Perdón y Libertad Condicional.

El jueves pasado, el papa Francisco pidió ante el Congreso de Estados Unidos "abolir" la pena de muerte durante su visita de seis días al país.

La Junta de Perdón y Libertad Condicional accedió a escuchar hoy nuevamente argumentos a favor de Gissendaner, pero volvió a rechazar la petición de la condenada a conmutar su sentencia por una de cadena perpetua por planear el asesinato de su marido, Doug Gissendaner, en 1997.

Los cinco integrantes de esta junta escucharon durante 45 minutos la petición de clemencia expuesta por el hijo mayor de Gissendaner, Brandon Brookshire, para posteriormente atender a la familia de la víctima.

Los tres hijos de Gissendaner alegaron que han perdonado a su madre por la muerte de su padre y han intercedido a su favor, argumentando que ella se ha reformado y es una persona distinta tras pasar décadas en prisión.

Un juez federal rechazó también este lunes una moción de clemencia a favor de la condenada a la pena capital por planear y conspirar para el asesinato de su esposo.

Decenas de personas se congregaron anoche frente al Capitolio estatal en una vigilia para interceder en favor de Gissendaner, petición que ha sido secundada por los hijos de la mujer.

El amante de Kelly Gissendaner, Gregory Bruce Owen, fue condenado a cadena perpetua pese a haber sido el autor material del homicidio, condena que la defensa de Gissendaner ha calificado de injusta.

La ejecución de Gissendaner estaba prevista inicialmente para principios de este año, pero fue suspendida en dos ocasiones debido a una tormenta invernal que azotó al estado y por problemas relacionados a la droga utilizada en la inyección letal que suministran a los condenados.