Unos 8.500 refugiados que huyen de la guerra llegaron en las últimas 24 horas a Croacia, y gran parte de ellos han sido transportados ya hasta la frontera con Hungría, que contabilizó la entrada de casi 10.000 exiliados el sábado, según los últimos recuentos policiales.

Desde que Hungría sellase su frontera con Serbia el pasado día 15 y los refugiados se desviasen a Croacia, han llegado a ese país 73.500 refugiados y migrantes, según datos de la Policía recogidos por la agencia Hina.

Los refugiados entran en el este de Croacia desde Serbia, otro país de tránsito en la ruta de los Balcanes, que comienza en Grecia y atraviesa también Macedonia.

Las autoridades croatas los transportan de forma organizada hasta unos cercanos puestos de acogida y de ahí en autobuses y trenes a la frontera con Hungría, que a su vez los traslada cerca de la delimitación con Austria, país que les permite continuar su viaje hasta Alemania, el destino ansiado por la mayoría.

La cifra de entradas en Croacia fue ayer algo menor que el viernes, cuando se registraron casi 10.000 llegadas de refugiados.

En Hungría la Policía ha informado que intercepto ayer a 9.472 refugiados que entraron en el país de manera ilegal, en su gran mayoría cruzando la frontera desde Croacia.

Los refugiados, después de entrar en el país, siguen rumbo a Austria y esta mañana ya son más de 5.000 los que están por cruzar la frontera hacia ese país en la localidad de Hegyeshalom, según informó hoy la televisión pública M1.

Estos refugiados llegaron hasta la frontera húngaro-austríaca en tres trenes con unas 1.800 personas cada uno.

En lo que va de año el número de refugiados que han entrado en Hungría procedentes de zonas en conflicto de Oriente Medio supera los 250.000 y casi todos ellos abandonaron el país en dirección a países como Alemania o Suecia.

El Gobierno húngaro ha avanzado que quiere cerrar la frontera con Croacia, tal como lo ha hecho en el caso de la delimitación con Serbia, donde elevó dos vallas para detener la entrada de migrantes.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, declaró que antes de sellar la frontera con Croacia consultaría con sus socios regionales y participaría en la semana entrante en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Hungría también ha retirado el alambre de concertinas que puso el jueves en algunos cientos de metros de su frontera con Eslovenia, y que fue criticado por la Unión Europea al ser una barrera entre dos países que permanecen al área de libre circulación de Schengen.

Las autoridades húngaras aseguraron que esa medida había sido sólo un "experimento".

En Austria, unos 12.000 refugiados entraron al país el sábado desde Hungría y alrededor de 13.000 exiliados pasaron la noche en alojamientos habilitados por las autoridades y la Cruz Roja.

La inmensa mayoría de los refugiados siguen su viaje a Alemania después de descansar.

La radio pública austríaca señala que los ferrocarriles alemanes quieren detener mañana los convoyes especiales que recogen a los refugiados en la ciudad austríaca de Salzburgo.

Las autoridades austríacas temen que, de tomarse esa decisión, muchos refugiados traten entonces de ir por sus propios medios hasta Alemania y que se forme un cuello de botella en esa ciudad, vecina a la región germana de Baviera.

En los pasados días numerosos refugiados ya han ido a pie desde Salzburgo hasta la primera localidad alemana, Freilassing, que está a menos de diez kilómetros de la ciudad austríaca.

Esa pequeña localidad bávara, de 16.000 habitantes, parece estar desbordada por la llegada de miles de refugiados procedentes de Austria.