La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, abogaron hoy por una política de asilo común en la Unión Europea (UE) basada en la solidaridad, las reglas comunes y el reparto de refugiados por cuotas.

Los líderes de Alemania y Francia se reunieron de forma extraordinaria en Berlín para tratar de buscar soluciones a la crisis de los refugiados, ante la falta de acuerdo entre los 28 y el drástico repunte de las llegadas a través de Macedonia o el Mediterráneo.

"Toda Europa está afectada por esto", aseguró Hollande, quien consideró que las cifras de personas que están tratando de llegar a Europa "no dicen apenas nada del drama que tras ellas se esconde" y que esta situación es también "una prueba" para los países de acogida.

El espacio Shengen, siendo un área sin fronteras internas, necesita una estrategia común y "solidaria", con normas "coherentes" y que permita dar asilo mediante un "procedimiento común" a las personas que, por motivos políticos, así lo precisan, argumentó el presidente francés.

Esto implica tanto cumplir e implementar lo acordado el pasado junio en el Consejo Europeo como diseñar, sobre esta base, una política común en materia de asilo, demandaron ambos líderes.

Merkel instó a este respecto a Atenas y Roma -por cuyas fronteras entran la mayoría de refugiados- a poner en funcionamiento urgentemente, tal y como se pactó, los centros de registro de refugiados, ya que Grecia e Italia no llevan cuenta de las personas que entran en su territorio.

Los centros de registro en Grecia e Italia "deben abrirse este año" sin dilaciones, pidió la canciller, que recordó que el resto de socios europeos deberán colaborar con estos países tanto en la puesta en marcha de los establecimientos como en dotarlos del personal cualificado preciso.

"No podemos aceptar ningún retraso", apostilló la jefa del Gobierno alemán, que también instó a sus socios a dotar de unos "estándares mínimos" a los llegados.

La canciller lamentó que "en parte" no se haya implementado en algunos países de la Unión Europea (UE) lo acordado con respecto a la crisis de los refugiados en junio y pidió a la Comisión Europea (CE) que haga cumplir lo pactado.

"Alemania y Francia esperan que todos los Estados miembros implementen completamente el derecho de asilo y lo hagan realmente posible", afirmó.

Bruselas, por su parte, debe velar para que se cumplan los acuerdos de junio, que ya entonces muchos expertos calificaron de insuficientes para dar respuesta a la crisis de los refugiados, añadió la canciller.

Hollande, por su parte, calificó de "muy necesarios" estos centros de registro, que a su juicio deben poder tomar la "decisión precisa": preseleccionar a quienes tienen opciones de recibir asilo y devolver de inmediato a sus países a quienes no.

De forma paralela, apuntaron tanto la canciller como el presidente francés, los 28 deben avanzar en la armonización de sus políticas de asilo, algo en lo que están trabajando sus respectivos ministros de Interior, Thomas de Maizière y Bernard Cazeneuve, que ya se reunieron por este motivo el pasado jueves.

La propuesta franco-alemana incluye un "reparto justo de las cargas", algo que "por el momento no está asegurado", subrayó Merkel.

La jefa del Gobierno alemán destacó también la necesidad de elaborar una lista común de "países seguros", esto es, de Estados de origen de los que no se aceptan peticiones de asilo por motivos políticos, pues se considera que en estas naciones se respetan unos mínimos democráticos y jurídicos.

El Gobierno alemán está estudiando revisar su propia lista de "países seguros" con el objetivo de incluir algunos de los Balcanes Occidentales, pues muchos de los inmigrantes que están llegando en los últimos meses al Estado más poblado de Europa proceden de esta región.

Hollande afirmó que la UE se encuentra ante un "momento extraordinario" y que no basta con tratar de gestionar el día a día de la crisis de refugiados, sino que hay que dar respuestas sostenibles y a largo plazo a este resto.