El Tribunal de Apelación de París validó hoy las escuchas al expresidente francés Nicolas Sarkozy, sobre las que se sustenta su inculpación por haber supuestamente corrompido a un alto magistrado para tener elementos confidenciales de otra instrucción en que aparecía implicado.

Uno de los abogados de Sarkozy reconoció que la sala de instrucción del Tribunal de Apelación había rechazado "lo esencial" de su argumentación para invalidar esas escuchas a comienzos de 2014 entre el líder de la derecha francesa y su letrado Thierry Herzog.

Sarkozy presentará ahora un recurso ante el Tribunal Supremo, lo que debería congelar durante varios meses la instrucción del caso en el que fue imputado por "corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento de la violación del secreto profesional" el pasado mes de julio, tras haber pasado 15 horas arrestado, circunstancia inédita para un exjefe de Estado francés.

Se sospecha que Sarkozy y Herzog intentaron corromper al juez Gilbert Azibert para obtener informaciones confidenciales sobre otra instrucción en la que estaba implicado el exmandatario, actual presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP).

En el marco de esa investigación sobre la presunta financiación ilegal de la campaña de Sarkozy al Palacio del Elíseo en 2007 a través de la multimillonaria Liliane Bettencourt, propietaria del imperio L'Oreal, las autoridades pincharon su teléfono y el de su abogado, y se encontraron de forma fortuita con indicios de otro delito: presunta corrupción de un alto funcionario.

Sarkozy y Herzog intentaban que el juez les filtrase informaciones bajo secreto de instrucción relativas al caso Bettencourt, a cambio de interceder para que el magistrado obtuviera en Mónaco un cómodo puesto en el que quería jubilarse.

El escándalo, que el informe policial describe como un presunto delito de "tráfico de influencias", se confirma como la mayor amenaza judicial de Sarkozy de cara a las elecciones presidenciales de 2017.