Aviones de combate saudíes bombardearon hoy varias posiciones militares de los rebeldes hutíes en distintos puntos Yemen para intentar frenar el avance de sus milicias hacia la ciudad sureña de Adén, donde tiene su sede el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, informaron a Efe fuentes militares.

En la capital, los aviones han atacado la base militar de Al Dailami y la base aérea adyacente al aeropuerto internacional.

En Saná se escuchan explosiones en distintas partes de la ciudad, así como los continuos disparos de las baterías antiaéreas.

Este ataque se produce poco después de que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar y Baréin decidieran responder a la petición de Hadi de actuar militarmente para frenar el avance de los rebeldes hutíes, que hoy han llegado a las puertas de Adén.

"Nuestros países han decidido responder a la petición del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, de proteger el Yemen y su pueblo del ataque de las milicias hutíes, que han sido y continúan siendo una herramienta en manos de una fuerza extranjera", informa un comunicado conjunto difundido por la agencia oficial saudí SPA.

En dicho mensaje los cinco países, miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), insisten en que "el golpe de Estado" de los hutíes y su avance suponen una amenaza para la seguridad y la estabilidad del Yemen y de la región, así como para la "paz y la seguridad internacional".

Asimismo, acusan a una "fuerza regional" que no identifican, pero que presumiblemente es Irán, de respaldar a los hutíes con el "objetivo de ejercer su hegemonía sobre el Yemen y convertirlo en base para ejercer su influencia sobre la región".

La nota conjunta asegura que esta decisión se tomó también debido a la amenaza que supone la posesión de armamento pesado y de misiles de corto y largo alcance por parte de los hutíes, cuyo principal feudo se encuentra en el norte del Yemen, fronterizo con Arabia Saudí.

Los cinco países del golfo Pérsico acusaron también al movimiento chií de responder negativamente a "las continuas advertencias de los países del CCG", así como de haber llevado a cabo recientemente unas "amplias maniobras militares" cerca de la frontera saudí con munición real.

El presidente yemení, que se encuentra en paradero desconocido desde este mediodía, había pedido a la ONU que permitiera una intervención militar para frenar la ofensiva del movimiento chií de los huties en el sur del Yemen.

En la misma misiva, Mansur Hadi explicaba que había pedido a los países del CCG y otros Estados árabes presentar ayuda inmediata con todos los medios posibles, incluida la intervención militar, para frenar "la inminente agresión de los hutíes a (la ciudad costera de) Adén".

Asimismo, recordó que todos los esfuerzos pacíficos que efectuó para resolver la crisis yemení fueron recibidos con un rechazo por parte de quienes calificó de "los golpistas hutíes".

El mandatario advirtió de que los milicianos chiíes prosiguen su agresión contra el resto de las regiones del país usando las armas que capturó del Ejército yemení, como aviones de combate, con los que ha bombardeado varias ciudades, entre ellas Adén.